Ford ha mostrado el método mediante el que está consiguiendo ahorrarse 1.000 dólares al producir cada unidad del que es su coche más representativo en la actualidad, el Ford Mustang Mach-E, un modelo que por méritos propios se está convirtiendo en uno de los más importantes de la historia del fabricante estadounidense.
Para Ford el Mustang Mach-E lo representa todo. Con su diseño y denominación hace referencia a su historia, mientras que en sus entrañas porta la mejor tecnología eléctrica que el fabricante es capaz de producir a día de hoy. Por ello mismo la marca no está escatimando el soluciones que le permitan ganar conocimientos de cara al desarrollo de otros coches eléctricos, e incluso implementar estas técnicas a lo largo de la vida útil del propio Mach-E, una método que Tesla utiliza habitualmente. No esperan a lanzar un nuevo modelo o a una actualización para implementar nuevas mejoras, sino que lo hacen en cuanto es viable.
Tal y como ha detallado Ford, tras un intenso estudio en los costes que conlleva producir cada componente que da forma el Mach-E, han dictaminado que su coche eléctrico podía llevarse a producción prescindiendo de ciertas piezas. Este trabajo de optimización de recursos ha sido llevado a cabo por integrantes tanto del equipo comercial de la marca, como de producción e ingeniería, y ha sido comandado por el máximo responsable de coches eléctricos dentro de Ford, Darren Palmer.
El fin de estos trabajos no era más que reducir los costes de producción y con ello mejorar los márgenes de beneficio del Mach-E. El resultado tuvo la aprobación final por parte de Jim Farley, el propio CEO de Ford. El informe determinaba, según ha dado a conocer el propio Palmer, que el Mustang Mach-E podía seguir produciéndose de manera más rentable ofreciendo los mismos resultados finales implementando cambios en su maletero delantero, así como en su sistema de calefacción. "Ya está, quita eso. Deja esto", asegura Palmer que dictaminó el CEO de Ford.
Uno de las mejoras ha sido reducir el número de piezas que componen el maletero delantero de nueve a dos, y aunque encontraron una solución viable que podía reducir aún más los costes, Ford ha querido mantener ciertas características prácticas que hacen más fácil la vida con el Mach-E y que gustan a los clientes, como el desagüe de plástico.
En lo relativo al sistema de calefacción del Mach-E, éste estaba previamente compuesto por cuatro bombas de aire, y Ford lo ha reducido a dos, lo que repercute directamente al número de conductos que se utilizan para canalizar el aire de 60 a unas 20. Puede parecer una solución que afecta a la comodidad de los pasajeros, pero tras un estudio que ha llevado la propia analizando el uso y las opiniones de los usuarios, se percataron de que los Mach-E que equipan asientos calefactados apenas recurren a la calefacción en invierno, lo que además ayuda a mejorar la autonomía puesto que consumen menos energía.
"Resulta que a la gente le encanta los asientos calefactados, y los utilizan en un coche eléctrico más que la calefacción, así que implementamos de serie estos asientos y eliminamos elementos del otro". Concluye Palmer diciendo: "No se trata de desnudar el coche; se trata de dar las cosas que gustan, pero más sencillas".