A diferencia de coches equipados con motores de combustión interna, los coches eléctricos no emiten gases de escape mientras se usan, es decir, no contaminan cuando van de un lado a otro como sí lo hacen los de gasolina. Sin embargo existe una creencia más o menos popularizada que apunta a que a fin de cuentas contaminan más, pues el método que se ha usado para extraer los materiales de sus baterías, así como la electricidad con la que se recargan, teóricamente no han sido extraídos y generados a través de procesos sostenibles.
Se trata de una creencia a la que suelen recurrir comúnmente los mayores detractores de la movilidad eléctrica cuando de desacreditar la transición al coche eléctrico se trata, pues por ello apuntan a que los coches eléctricos son tanto, o incluso más contaminantes, que los coches de gasolina.
Sin embargo, un reciente estudio del Consejo Internacional de Transporte Limpio (International Council on Clean Transportation, en adelante ICCT) ha salido a la palestra a desacreditar esta creencia, pues afirman que tras haber efectuado "una comparación global del ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero entre coches con motores de combustión interna y coches eléctricos de pasajeros" han hallado que se trata de un falso mito.
El ICCT ha analizado el ciclo de vida de ambos tipos de coche, gasolina y eléctrico, al completo, prestando atención desde a la obtención de los materiales más importantes para la fabricación de las baterías hasta la producción del propio coche. Además, han llevado a cabo el estudio teniendo en cuenta los cuatro mayores mercados del mundo (Europa, Estados Unidos con Canadá, China y la India) para luego contrastar todos datos obtenidos y averiguar las emisiones promedias al final del ciclo de vida de ambos tipos de coche en todo el mundo.
El resultado es que, si bien es cierto que los coches eléctricos no llegan a estar completamente exentos de emisiones durante toda su ciclo de vida, éstos al final de la misma han contaminado muchísimo menos que sus homónimos de gasolina, indistintamente del mercado al que se atienda.
Justifica el ICCT su resultado comentando: "Los resultados muestran que incluso para los coches de hoy día, durante todo el ciclo de vida los eléctricos por baterías emiten una cantidad mucho más baja de gases de efecto invernadero. Como se ilustra en la siguiente figura, las emisiones a lo largo de la vida útil de los coches eléctricos de tamaño promedio registrados hoy ya son más bajas que las de los coches de gasolina comparables entre un 66 y un 69 % en Europa, un 60 y un 68 % en los Estados Unidos, entre un 37 y un 45 % en China y entre un 19 % y un 34 % en la India. Además, a medida que la generación de electricidad continúa descarbonizándose, la brecha de emisiones entre los coches eléctricos y los de gasolina aumentará sustancialmente al final de su ciclo de vida".
Figura a la que hacen referencia en el comentario.
A pesar de que no se trata de vehículos completamente libre de emisiones al final de su vida útil, los coches eléctricos siguen demostrando ser una solución mucho más limpia que los de gasolina tradicionales. Este hecho se acentuará más con el tiempo, pues conforme se sigan implementado más redes de carga abastecidas por energías renovables y se hagan más transparentes los procesos de extracción de materiales.