Dejando a un lado las versiones con motor de gasolina y enfoque prestacional, el Volkswagen Golf tiene ahora en sus versiones e-Hybrid y GTE las variantes más punteras, pues en términos tecnolígicos son las que un mayor despliegue tienen. Esta semana hemos conocido tanto su precio en España como la autonomía eléctrica que logrará en su versión más eficiente de ambas, sentando las bases de la futura gama de coches híbridos de la marca.
Volkswagen sabe que intentar seguir a Tesla no fue la estrategia correcta, y ahora quiere centrarse en la apuesta más segura posible para salir del paso, para lo que se ha fijado en cómo le están yendo las cosas a Toyota.
Esto significa apostarlo todo, o casi todo, a los coches híbridos. Los primeros pasos de esta nueva manera de entender los coches los hemos visto con los renovados Tiguan, Passat y ahora el Golf, que se ha convertido en el coche híbrido de su tamaño con la mayor autonomía eléctrica del mundo.
En resumidas cuentas, han lanzado un coche híbrido que no tiene rival alguno en Toyota, algo que es cierto que ya ha pasado semanas antes con el Passat, pero también es cierto que con el Golf aspiran a lograr muchas más ventas por el tamaño y precio de este modelo.
Tal y como especificaron días atrás, el Golf e-Hybrid logrará una autonomía eléctrica de nada menos que 143 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP en uso mixto. Esto es gracias, principalmente, a una batería cuya capacidad es de casi el doble que anteriormente. Ha pasado de una batería de 10,6 kWh de capacidad neta con la que lograna 72 kilómetros de autonomía, a nada menos que 19,7 kWh.
Estas mejoras también tienen repercusión en el Golf GTE. que anuncia una autonomía eléctrica inferior a causa de su enfoque en las prestaciones deportivas. Aún así sigue logrando una autonomía homologada de 131 kilómetros, a la altura de los híbridos enchufables más caros del mercado.
Este aumento ha llegado, como es lógico, de la mano de una subida de su precio, aunque no se ha elevado tanto como sí lo han hecho sus cifras. Si antes el modelo partía ligeramente por encima de los 40.000 euros, lo costoso de su nueva batería hace que el precio aumente hasta los 45.180 euros. Es más caro, por tanto, que la versión más económica del ID.3, que parte ahora mismo de los 38.540 euros.
Por este precio, Volkswagen ha puesto en el mercado un coche que pretende competir más directa al Tesla Model 3 más básico, un coche que aunque por concepción técnica no sea rival directo, sí que ambos aspiran a convencer al mismo tipo de cliente: el que quiere moverse entornos urbanos en su día a día en modo eléctrico, con la ventaja en el caso del Golf de contar con la parte térmica que dará sustento y tranquilidad en viajes más largos.
Está por ver cómo empiezan a desembolverse en el apartado comercial estos nuevos híbridos enchufables de gran autonomía de Volkswagen, que salgo una agresiva campaña publicitaria a seguir lastrando al menos hasta el próximo año las consecuencias de una estrategia que, tal vez, no se ejecutó como se debía.