Un estudio basado en los datos de California determinó que la red eléctrica de ese estado está preparada para soportar la carga de cientos de miles de coches eléctricos. Según los resultados del informe publicado por la consultora Synapse Energy Economics, los vehículos eléctricos no están afectando al normal funcionamiento de la red del estado, mucho menos de colapsarla.
Desde 2012, los reguladores de California han requerido que los tres organismos de servicios públicos (Pacific Gas and Electric, Southern California Edison y San Diego Gas and Electric) presenten informes sobre cómo los coches eléctricos afectan la red local. California tiene más de 350.000 vehículos eléctricos, muchos de ellos agrupados en ciertos vecindarios, y el gobierno se muestra muy interesado en las consecuencias del crecimiento de la industria.
"Los vehículos eléctricos no están destruyendo la red" es el título del documento publicado por Synapse Energy Economics –firmado por Avi Allison y Melissa Whited– acerca de que la red red existente en California puede albergar de forma confiable cientos de miles de vehículos eléctricos.
Hasta la fecha, solo una pequeña fracción de las áreas de servicio eléctrico ha requerido mejoras en el sistema de distribución o en la línea de servicio a causa de los coches eléctricos. De los 5 mil millones de dólares (4.150 millones de euros) que las tres empresas de servicios públicos de California gastan anualmente para mantener sus sistemas de distribución, aproximadamente 610.000 dólares (510.000 euros) –menos del 1%– se atribuyeron a las actualizaciones a causa de los coches eléctricos.
Sin embargo, el informe recomienda que las empresas de servicios públicos actúen ahora para garantizar que la carga de coches eléctricos se integre de forma sostenible en la red. Un vehículo eléctrico típico puede extraer instantáneamente una cantidad de energía comparable a la de una casa unifamiliar, por lo que pequeños ajustes a través del tiempo garantizarían el buen funcionamiento de la red eléctrica.