Los puntos de recarga públicos para vehículos eléctricos están llamados a convertirse en un elemento más del paisaje urbanístico en los próximos años. Lo habitual a día de hoy -y en aquellas ciudades donde su presencia sea algo más que anecdótica- es ver postes de recarga verticales con cable, pero existen también cargadores por inducción que evitan la dependencia de enchufes y cables. Pues bien, según The Daily Mail este tipo de cargadores inalámbricos se empezará a instalar en Reino Unido en la próxima primavera.
Los primeros cargadores de inducción se empezarán a instalar en calles, aparcamientos y paradas de taxi de Londres, las Tierras Medias (o Midlands) y Escocia. Se trata de unas plataformas escondidas bajo el suelo que eliminan la necesidad de cables, facilitando el proceso de recarga. Bastará colocarse encima para poder empezar la recarga inalámbrica, olvidándose del tipo de conector y preocupaciones similares que ocurren actualmente. Además, reducen también el riesgo de ser dañados o destruidos por actos vandálicos o por los elementos meteorológicos.
Estos dispositivos serán los primeros cargadores inalámbricos disponibles para propietarios privados en Reino Unido. Las empresas encargadas de fabricarlos e instalarlos son Connected Curb y su socio Magment, quienes esperan comenzar a probar los primeros cargadores en los próximos dos meses y expandirlos a partir de mediados de este mismo año. No han mencionado detalles sobre la cantidad de cargadores prevista para instalar.
Según el presidente ejecutivo de Connected Curb, Chris Pateman-Jones: «Los fabricantes de vehículos incorporan cada vez más la tecnología de carga por inducción en sus nuevos modelos, pero actualmente sólo hay un puñado de puntos de carga por inducción para vehículos eléctricos. Nuestro objetivo es cambiar eso».
Esta tecnología es empleada para recargar otros dispositivos electrónicos de menor calibre, como cepillos de dientes o teléfonos móviles (incluso algunos coches ya equipan en su habitáculo cargadores de este tipo). El principio físico en cualquier caso es el mismo. En este caso, en una bobina situada en el suelo se crea un campo magnético cuando pasa una corriente eléctrica por dicha bobina; esto induce otro campo en la bobina situada en la parte baja del coche, lo que a su vez crea una corriente eléctrica que alimenta la batería y la recarga.
No obstante, es una tecnología que todavía tiene una presencia anecdótica en los coches. Aunque es previsible que se vaya popularizando entre los coches eléctricos en los próximos años, actualmente sólo algunos híbridos enchufables de BMW equipan la tecnología necesaria para poder recargarse de manera inalámbrica.
