Se cumplen ahora cinco días desde que se hizo efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el famoso Brexit, y en el gobierno británico ya han empezado a tomar medidas por su cuenta y riesgo. El Primer Ministro y el Secretario de Transporte han anunciado que Reino Unido prohibirá en 2035 la venta de coches nuevos con motor de gasolina o diésel, incluidos los coches híbridos, una medida que podría afectar también a las furgonetas.
Este anuncio adelanta cinco años la prohibición de los coches con motor de combustión anunciada anteriormente, que hasta ahora estaba prevista para 2040. No sólo eso, sino que la medida va más allá y amplía la prohibición también a los coches híbridos y a los coches híbridos enchufables; es decir, a prácticamente todos los coches que monten un motor de combustión sea cual sea su grado de funcionamiento y su nivel de emisiones. La idea del Ejecutivo británico es que dentro de 15 años sólo se puedan vender coches eléctricos.
Según el Secretario de Transporte británico, Grant Shapps, el gobierno del país tiene pensado invertir 1.500 millones de libras para «que funcione tener en propiedad un vehículo eléctrico de la manera más fácil posible». Según datos de Shapps, el año pasado en Reino Unido se vendió un coche eléctrico cada 15 minutos pero quieren «ir más lejos que nunca», dicen, con un ambicioso objetivo que pretende «hacer frente al cambio climático y reducir las emisiones». Desde el ejecutivo añaden además que la prohibición podría llegar incluso antes de 2035 en caso de que sea factible una transición al coche eléctrico más rápida.
Si la prohibición anterior marcada para 2040 ya había sido considerada ambiciosa por algunas partes, adelantarla cinco años ha hecho saltar las alarmas en ciertos sectores de la industria. Por ejemplo, la 'Society of Motor Manufacturers and Traders' ha calificado la medida de prohibir los híbridos e híbridos enchufables como «extremadamente preocupante».
Edmund King, presidente de la Automobile Association, se ha pronunciado al respecto: «Los fabricantes están gastando miles de millones en el desarrollo de híbridos de última generación que no producen emisiones en muchos viajes, pero ahora también quedarán excluidos. Esto parece un paso atrás que podría resultar contraproducente, al alentar a los conductores a conservar durante más tiempo vehículos más viejos y más contaminantes». King ha dicho que, si bien los conductores apoyan medidas enfocadas a reducir la contaminación del aire, los objetivos de la nueva prohibición resultan «increíblemente difíciles» de alcanzar.
Aunque no se ha confirmado de manera oficial, cabe pensar que la medida podría afectar también a las furgonetas y todos los vehículos comerciales ligeros (por debajo de 3.500 kg). Esto significaría que a partir de 2035 sólo se podrían vender nuevas las furgonetas totalmente eléctricas como la Nissan e-NV200 o la Mercedes-Benz eSprinter, pero no furgonetas enchufables como la Ford Transit PHEV. En la estrategia 'Camino a Cero' anunciada en 2018, se daba por hecho que los híbridos enchufables (conocidos como PHEV) se salvarían de la quema.