La unidad de coches eléctricos de Nissan podría verse beneficiada de la decisión de Mitsubishi de duplicar su participación en Mitsubishi Motors, de la cual Nissan es el mayor accionista. Esto se debe a que Mitsubishi posee activos mineros, y podría asegurar los metales necesarios para la fabricación de las baterías de coches eléctricos, lo que también repercutiría positivamente a Nissan.
La producción global de litio, cobalto y tierras raras –metales utilizados en las baterías de iones de litio– genera muchas dudas debido a que la demanda supera a la oferta por diferentes razones, incluyendo la falta de mano de obra calificada en la minería de estos minerales y los problemas sociales de los principales países proveedores.
Ahora que las relaciones de Mitsubishi y Nissan se profundizarán, el fabricante del Leaf podría también estar asegurando para el largo plazo el suministro de los metales necesarios en la producción de baterías. "A través de Mitsubishi Motors, es probable que Mitsubishi aumente su relación comercial con la alianza de Nissan", dijo Seiji Sugiura, analista del Tokai Tokyo Research Center, a Bloomberg, refiriéndose a la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. "Mitsubishi podría invertir en litio, tierras raras y otros metales y convertirse en un proveedor" para la alianza, consideró el analista.
Mitsubishi dijo a través de un comunicado que quiere duplicar su participación en Mitsubishi Motors, debido a los "cambios rápidos y significativos" de la industria automotriz hacia los vehículos eléctricos y autónomos.
La conexión Mitsubishi-Nissan puede obtener beneficios similares a otras compañías japonesas como Toyota, cuyo brazo comercial Toyota Tsusho recientemente adquirió una participación en una minera australiana de litio. Desde 2010 hasta finales del año pasado, Nissan vendió aproximadamente 300.000 unidades de su Leaf eléctrico, siendo el coche a batería más vendido del mundo.