Están siendo tiempos difíciles para la economía en general y para la industria del automóvil en particular. Tras el anuncio oficial ayer del cierre de Nissan en Barcelona, en el marco de una reestructuración a nivel global, hoy ha sido el turno de Renault. La compañía francesa ha anunciado un plan de ahorro para los próximos tres años con el que pretende reducir 2.000 millones de euros en los gastos fijos, afectando a 4.600 empleos en Francia y alrededor de otros 10.000 en el resto del mundo.
El plan de recortes del fabricante francés se extenderá durante los próximos 3 años y contempla una reducción de 4.600 puestos de trabajo en Francia, casi el 10 por ciento de la plantilla en el país, y más de 10.000 en el resto del mundo. En total prescindirá de unos 15.000 puestos de trabajo, alrededor del 9% de su plantilla a nivel global.
Aprovechando las sinergias de la alianza con Nissan y Mitsubishi, Renault recortará 800 millones de euros en costes de ingeniería; ahorrará 650 millones optimizando fábricas y procesos; y reducirá en 700 millones de euros otros gastos generales. Las dificultades encontradas por el Grupo, que recientemente ha tenido que solicitar al Estado francés un préstamo de 5.000 millones de euros, la crisis actual en la industria automovilística y las grandes inversiones vinculadas a la transición ecológica, han acelerado la reestructuración de la compañía.
Renault reorganizará las factorías en Francia y reducirá su capacidad de producción anual global a 3,3 millones de vehículos en 2024. Casi un quinto de su producción respecto a los 4 millones de vehículos el pasado 2019. Esto conllevará, entre otras cosas, suspender los aumentos de capacidad que había planificados en las fábricas de Marruecos y Rumania.
En Francia se contempla la eliminación gradual del montaje de coches en Flins, donde actualmente se fabrica el Renault Zoe y el Nissan Micra. La producción de coches eléctricos se transferirá a Douai, en el norte de Francia, la cual Renault pretende convertir en «centro de excelencia» para vehículos eléctricos. La factoría de Flins, cerca de París, acabaría centrándose en actividades de reciclaje (economía circular), según la compañía francesa.
Dentro de la alianza se reducirá la diversidad de componentes y aumentará la estandarización, es decir, se compartirán más piezas entre los modelos de las tres marcas. Esto también afectará a los centros de ingeniería de Francia y fuera de ella, incrementando la subcontratación, optimizando recursos en los centros de I+D y promoviendo un mayor uso de recursos digitales y herramientas 4.0.
La compañía también llevará a cabo una reorientación de actividades y reasignación de recursos. En China dejará de vender coches particulares bajo la marca Renault, transfiriendo a Dongfeng la participación que el grupo francés tenía en la joint-venture Dongfeng Renault Automotive Company Ltd (DRAC).
¿Cómo afectará a las fábricas españolas de Renault?
Este gran plan de recortes y reorganización, englobado en el marco de refuerzo de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, no parece que vaya a tener consecuencias tan drásticas en España como sí ha ocurrido en el caso de Nissan -que supondrá el despido de 2.800 empleados directos y pone en peligro alrededor de 20.000 indirectos-.
No obstante, eso no es motivo suficiente para estar tranquilo, ya que la compañía ha anunciado un «estudio de la racionalización de la fabricación de cajas de velocidades» a nivel mundial, que podría afectar a la factoría de Sevilla, dedicada a la producción de cajas de cambios. En la planta andaluza se fabrican cerca de 1 millón de cajas de cambios cada año.
Aunque no hay medidas que apunten directamente a las fábricas españolas, en este momento cabe ser cautos. Renault ha convocado a sus accionistas el próximo 19 de junio, donde está previsto que se anuncien más medidas relacionadas con el aumento de competitividad y el recorte de gastos.
Renault España en cifras: en nuestro país se fabrican 477.000 coches y 1,3 millones de motores
La filial de Renault España es de las más importantes de la compañía fuera de Francia, si no la que más. Actualmente Renault emplea a 13.000 personas nuestro país, de las cuales unas 10.000 están en cuatro factorías: dos fábricas de carrocería y montaje en Valladolid y Palencia; una de motores en Valladolid; y una de cajas de velocidades en Sevilla.
España tiene un gran peso dentro del Grupo Renault.
La producción anual de Renault en España en 2019 fue de 477.128 coches, 1.342.871 motores y 996.060 cajas de cambios. La producción española tiene un gran peso dentro del grupo: en nuestro país (datos de 2019) se produjeron el 12,6% de todos los vehículos del grupo a nivel mundial; el 29,8% de las cajas de cambio; y el 38,4% de los motores.
La fábrica de Valladolid produce el Captur (incluida su versión híbrida enchufable) y además es proveedora de piezas y componentes para 17 fábricas de la Alianza Renault–Nissan en todo el mundo. En Palencia se produce la gama Mégane y Kadjar.
La planta de motores de Valladolid suministra propulsores a otras 20 fábricas de todo el mundo para las marcas Renault, Nissan, Dacia, Samsung y Daimler. La planta sevillana, por su parte, exporta el 88% de producción a otras 30 fábricas clientes repartidas en cuatro continentes.
