En apenas unos días tendrá lugar el Salón del Automóvil de París. Al evento acudirán marcas de todo tipo y procedencia, aunque las francesas siempre tendrán un protagonismo por encima del resto. Una de las que estará presente, como no podía ser de otra manera, es Renault. La compañía del rombo ya ha presentado cuál será el modelo más vistoso de su stand, al cual han bautizado como Renault Emblème.
Este es un vehículo conceptual que no llegará al mercado tal y como se aprecia en las imágenes, sino que se trata de un modelo con el que la marca estudia nuevos diseños o aplicaciones tecnológicas de cara al futuro. Entre sus muchos puntos está su propio diseño y soluciones interiores pero, sobre todo, su proceso de producción y mecánica eléctrica 'bienergía'.
Una estética rompedora
El El Renault Emblème destaca por una estética muy próxima a lo que hoy se reconoce como un SUV, sin embargo, también cuenta con elementos propios y con una alta personalidad. Uno de estos puntos es su carrocería de estilo ‘Shooting Brake’, lo cual lo dota de una línea de techo más alargada con lo que gana un generoso espacio en sus plazas traseras y espacio de carga.
Su longitud es de 4,80 metros (8 centímetros más que un Renault Espace), mientras que su distancia entre ejes es de 2,90 metros. Esta última cota, unida a su avanzada línea de techo, hacen que la habitabilidad interior sea realmente generosa. Pese a todo lo que implica este modelo, su peso se limita a sólo 1.750 kilos, incluyendo todo sistema mecánico.
En términos generales, además de lo ya comentado, del Renault Emblème destacan sus faros delanteros con una firma lumínica totalmente nueva (junto al logo iluminado), sus llantas cerradas de gran tamaño, las aberturas aerodinámicas del capó o los grupos ópticos traseros y su iluminación en forma de ’N’ con el nombre de la marca retroiluminado en el centro del conjunto. Sobre su interior, la marca no ha desvelado detalles.
Una mecánica ‘cero emisiones’ totalmente nueva
El Renault Emblème incorpora un tren mecánico ‘bienergía’. Este cuenta con dos métodos de alimentación: a través de una batería recargable como cualquier otro coche eléctrico, así como una pila de combustible de hidrógeno. Cada forma de movilidad está enfocada para un momento determinado. El eléctrico a batería es para los desplazamientos diarios, mucho más cortos, y el hidrógeno está destinado para los largos viajes.
En el lado eléctrico cuenta con un motor de 215 CV y está alimentado por una batería NMC de 40 kWh de capacidad. Este último componente es más ligero, barato y menos voluminoso que el adoptado por un vehículo eléctrico actual. Con este esquema, el Renault Emblème promete “varios cientos de kilómetros” de autonomía. Por otro lado, incorpora un depósito de 2,8 kg para almacenar el hidrógeno.
Con ambos sistemas funcionando al mismo tiempo, su autonomía eléctrica superará los 1.000 kilómetros, mientras que su recarga se podrá efectuar en un tiempo similar al de un coche con motor térmico.
Menos emisiones totales que un Captur
Con todo ello, Renault ha hecho un estudio generalizado sobre las emisiones de carbono medias que emitiría este coche durante toda su vida útil: desde la extracción de materias primas, pasando por la producción del propio coche, así como el uso y desguazado final del mismo. Con ello, la marca espera alcanzar el ‘cero neto’ en Europa para el año 2040, mientras que en el resto del planeta espera conseguirlo en el 2050.
Concretamente, el resultado de este análisis sobre el Renault Emblème ha dado como resultado que sus emisiones medias serán de apenas 5 toneladas de CO2. Como referencia, el Renault Megane E-Tech actual tiene una horquilla de unas 24 toneladas, mientras que el Captur con motor de gasolina tiene una estimación de 49 toneladas de CO2. El modelo conceptual rebajaría en un 90% las emisiones de este último.