Renault se encuentra en un punto crucial en su transición a la era eléctrica. Su calendario de coches 100% eléctrico, inaugurado por el Megane E-Tech, es de sobra conocido. El esperado Renault 5 llegará en 2024 junto al nuevo Scenic, que se convertirá en un SUV para continuar el camino de transformación de los modelos tradicionales en eléctricos y que compartirá la plataforma CMF-EV con el Megane. También se conoce ya el otro SUV que, en 2025, cubrirá este formato en tamaño pequeño, reviviendo al mítico R4.
Pero, en la transición hacia la electrificación total, los fabricantes están apostando por tecnologías más o menos electrificadas. Actualmente, Renault ofrece solo dos modelos híbridos enchufables, el Megane familiar y el Captur. Sin embargo, la tecnología Full Hybrid (híbrida convencional) está presente en toda la gama: el Clio, el Captur, el Arkana, el Austral y el recientemente presentado Espace.
Esta visión general de su oferta muestra claramente que el fabricante francés se concentra en los sistemas de propulsión totalmente híbridos y no en los híbridos enchufables. De hecho, en Francia, los dos que se ofrecían han sido, por ahora, descatalogados. En una entrevista con autoevolution.com, Olivier Brosse, director de ingeniería de Renault, asegura que los sistemas de propulsión totalmente híbridos son la mejor solución en términos de eficiencia.
Híbridos e híbridos enchufables
"Emplearemos una solución totalmente híbrida para la mayoría de los modelos y la híbrida enchufable solo para los modelos 4x4 de gama alta”. En este sentido, Brosse aseguró que los nuevos SUV que Renault ha lanzado, el Austral y el Espace, no tendrían un sistema de propulsión híbrido enchufable. Este sistema solo estará disponible en un modelo más grande, con tracción total y fabricado sobre la plataforma CMF-C/D.
Con esta estrategia, Renault le lleva la contraria precisamente al rey de los sistemas híbridos, Toyota, que hace unos días aseguraba que, en un futuro cercano, ofrecerá híbridos enchufables con 200 km de autonomía.
En cuanto a los modelos eléctricos, Brosse deja muy claro que Renault ha elegido la solución más óptima, una plataforma eléctrica dedicada que "ofrece la relación adecuada entre dimensiones exteriores y espacio interior, que permite un desarrollo específico para propulsión eléctrica y tener una forma óptima para la batería, lo que también se traduce en un coste mínimo".
La oferta 100% eléctrica y el hidrógeno
La plataforma CMF-B EV solo tiene algunos componentes en común con la CMF-B. Salvo el módulo frontal, el resto es completamente diferente. Renault eligió la tracción delantera mientras que algunos rivales optaron por la tracción trasera, que promete un mejor agarre y una transmisión más eficiente del par instantáneo del motor eléctrico al suelo. Sin embargo, Brosse asegura que, en el caso de la plataforma CMF-B EV, "la tracción delantera es la solución óptima porque minimiza el peso y la forma en que diseñamos el arnés de cableado en el automóvil".
En cuanto a los modelos eléctricos más grandes, Brosse recordó que el Scenic llegará a principios de 2024 y tendrá un diseño similar al concepto Scenic Vision. Solo dispondrá de versiones eléctricas. Con el concept se presentó el sistema de propulsión H2-Tech, que combina un motor eléctrico que produce 160 kW (218 CV) y que se sitúa en posición transversal bajo el capó delantero, con una celda de combustible de hidrógeno como extensor de autonomía que genera 15 kW (21 CV) y una batería de 40 kWh de capacidad.
Brosse cree en el hidrógeno para alimentar una celda de combustible. Asegura que este sistema es el más adecuado para vehículos comerciales. Por ello, “Renault introducirá este verano la propulsión por hidrógeno en el Renault Master y, en el futuro, en otros vehículos comerciales. Dado que la inversión en estaciones de hidrógeno ha crecido exponencialmente, Renault ha desarrollado para el concept Scenic Vision un extensor de autonomía en el que la pila de combustible suministra energía a la batería para alimentar el motor eléctrico que mueve las ruedas. Este tipo de propulsión podría ser una solución después de 2030".
