Tradicionalmente, la forma más común de disfrutar de un vehículo ha sido a través de su compra. Durante años, hemos tenido la idea preconcebida de que comprar era la única forma hacer uso de un coche de forma habitual y continuada en el tiempo.
Sin embargo, en los últimos tiempos esa tendencia está cambiando. Cada vez hay más opciones de movilidad en la que la propiedad del coche no es imprescindible. Es lo que se conoce como mobility as service o movilidad como servicio: alejarse de la propiedad de un vehículo para pagar solo por el derecho a utilizarlo.
De hecho, se puede decir que existe un servicio para cada tipo de necesidad: de largo plazo, a través de sistemas de renting; de corto-medio plazo, con las tradicionales casas de alquiler de vehículos por días; y de muy corto plazo, con los sistemas de coche compartido o car sharing que permiten alquilar un vehículo incluso por minutos.
El renting es la forma más común de las denominadas movilidad como servicio, especialmente si hablamos del ámbito empresarial. Según datos de AER (Asociación Española de Renting de Vehículos), solo en el año 2019 se matricularon en España más de 300.000 unidades bajo esta modalidad (1 de cada 5), siendo el parque total superior a las 700.000.
Cómo disfrutar de un coche sin tenerlo en propiedad
El renting es, resumidamente, un servicio de alquiler de larga duración. Al igual que las empresas suelen contratar una serie de servicios a terceras (maquinaria, gestorías, etc.), también pueden contratar la flota de vehículos necesarios para las operaciones del día a día. De esta forma, las empresas pagan una cuota por el derecho a utilizar ciertos vehículos de su elección bajo ciertas condiciones.
Entre los puntos a negociar antes de la firma de un contrato de renting están los siguientes:
- Cuota: es la cantidad que pagarás a la empresa propietaria del coche por el servicio. Habitualmente es mensual.
- Duración: es el tiempo por el que te comprometes a pagar por el servicio. La duración media de los contratos en España es de casi 4 años y rara vez son menores a 2 años.
- Coberturas: el contrato puede incluir coberturas como seguro, mantenimientos, cambio de neumáticos, vehículo sustitución en caso de avería, asistencia en carretera...
- Límite de kilómetros: es habitual que el contrato incluya un máximo de kilómetros anuales a recorrer. Cuanto mayor es el límite, mayor es la cuota. Si se supera, la empresa arrendadora fija una cantidad por kilómetro extra recorrido.
- Cláusulas: importe a pagar por parte del arrendador en caso de que quiera rescindir el contrato de forma anticipada.
Unas de las principales ventajas del renting es la flexibilidad. El contrato permite a las empresas ajustarse a las necesidades que tienen en ese momento, pero que pueden cambiar en el futuro. Por ejemplo, si el negocio crece, bastará con llamar a la empresa arrendadora para ampliar la flota de vehículos contratados. O si las necesidades cambian, podrá contratar un vehículo de mayores dimensiones o con más plazas para pasajeros.
Por otro lado, gracias al renting las empresas pueden saber casi con exactitud lo que les va a costar la flota de vehículos, sin las sorpresas y gastos imprevistos que puedan llegar en forma de averías (que salvo negligencias, correrán a cargo de la alquiladora). Los mantenimientos, así como el seguro y el cambio de neumáticos (siempre que se haya especificado en el contrato), también corren a cargo de la empresa arrendadora. En definitiva, el renting proporciona a las empresas una mayor seguridad financiera, pudiendo además deducir el 100% del importe de la cuota de renting en el Impuesto de Sociedades al tratarse de un gasto propio de su actividad profesional.
Otro de los puntos a tener en cuenta, aunque es algo que no siempre se suele resaltar, es la mejora en seguridad. Gracias al renting, las empresas siempre disponen de una flota a la vanguardia del mercado en estándares de seguridad, ya que rara vez ningún vehículo tendrá una antigüedad superior a los 4 años (duración habitual de un contrato).
Renting de coches eléctricos: una opción que va ganando adeptos
El renting es especialmente atractivo cuando hablamos de vehículos eléctricos. A pesar de que parece claro que la movilidad del futuro será eléctrica, todavía hay muchas empresas que no están del todo convencidas, o que piensan que quizá no encaje en su modelo de negocio. También hay otras que quieren reducir su huella de emisiones de CO2 y están sondeando la posibilidad de incorporar la movilidad eléctrica a su negocio, pero no se atreven a dar el paso. Y es que lo nuevo siempre genera cierto grado de incertidumbre.
Gracias al renting es posible dar el salto al coche eléctrico con mayores garantías. Siempre se pueden empezar por electrificar una parte de la flota, para ver si encaja con las necesidades del día a día de la empresa. Si al final del contrato no se han cumplido las expectativas, o si por el contrario se han superado, se puede aumentar o disminuir el porcentaje de electrificación de la flota, o incluso cambiar a modelos con mejores prestaciones (potencia, autonomía).
Es por eso que el renting de vehículos eléctricos está funcionando especialmente bien en nuestro país. Así lo demuestran las cifras de 2019, año en el que se matricularon 6.714 coches eléctricos e híbridos enchufables en modalidad de renting, un 47,33% más que el año anterior. Además, el 2,22% de los vehículos matriculados por las empresas de renting fue eléctrico, un porcentaje superior al del total del mercado, que se quedó en 1,3%. De hecho, 35 de cada 100 vehículos eléctricos que se matricularon en 2019 se dirigieron al sector del renting, lo que demuestra su peso sobre el total de matriculaciones de este tipo de vehículos.
OneElectric: el renting de coches eléctricos de Endesa X con todo incluido
Imagina una empresa que quiere renovar su flota de coches y pasarla a una híbrida enchufable o 100% eléctrica. No solo tendrá que preocuparse de negociar los nuevos contratos con la arrendadora (algo que ya hacía hasta ahora), sino que también deberá gestionar todo lo relacionado con la recarga de los vehículos. ¿Van a cargar en el aparcamiento de la empresa? ¿Lo harán en las viviendas de los trabajadores? ¿Quién instalará los puntos de recarga y de que tipo deben ser? ¿Hay que cambiar la tarifa eléctrica? ¿Si es así, cuál hay que contratar?
Todas estas dudas (que al fin y al cabo, se convierten en horas de trabajo) son una de las principales barreras que se encuentran muchas empresas antes de dar el paso definitivo a una flota electrificada.
Es por eso que Endesa X, en colaboración con Athlon, ha lanzado al mercado OneElectric el primer renting para empresas que ofrece vehículo y solución de recarga en una misma cuota. Se ofrece en dos modalidades:
- Renting OneElectric Bussines: Solución dirigida a empresas con instalación del punto de recarga en el centro de trabajo incluida en la cuota. Incluye puntos de recarga inteligentes, capaces priorizar las recargas y redistribuir la potencia a los diferentes vehículos de la flota según las necesidades. Además, permite controlar de forma dinámica la potencia disponible, optimizando la factura eléctrica y evitando incurrir en gastos extra por aumento de potencia.
- Renting OneElectric Home: Solución dirigida a los empleados de las empresas, con instalación del punto de recarga en el domicilio del empleado incluida en la cuota. Gracias al contador integrado en el punto de recarga, pueden calcularse los consumos del coche eléctrico para su posterior retribución por parte de la empresa. Endesa X ofrece también la posibilidad de contratar la tarifa “Tempo Zero” con la que se puede recargar el vehículo a precio cero entre la 1 y las 7 de la mañana (hasta 250 kWh por factura).
Los puntos de recarga instalados son de tecnología propia y puntera a nivel mundial. Son cargadores completamente digitalizados y permite al gestor de la flota monitorizar y gestionar las recargas a través de la herramienta JuiceNet. Mientras tanto, el empleado simplemente tendrá que descargarse la app de recarga JuicePass para recargar su vehículo eléctrico tanto dentro como fuera de la oficina. Por supuesto, el mantenimiento de los puntos de recarga también está incluido en la cuota.
Además, para aquellas recargas que se deben hacer fuera del punto de recarga habitual, existe la posibilidad de incorporar un bono de kilovatios para poder recargar en la red pública de Endesa X a través de la aplicación JuicePass. Una red que se encuentra en plena expansión y que contará con 8.500 puntos de recarga públicos a finales de 2023.
En definitiva, Endesa X y Athlon ofrecen un servicio llave en mano en el que el cliente no tiene que preocuparse de nada, simplemente elegir los vehículos que se adapte a sus necesidades y Endesa X se encargará de todo el proceso de instalación de la infraestructura de recarga acorde a las necesidades.