Renault ha dejado de aceptar pedidos del Zoe Q90, que monta un motor eléctrico fabricado por Continental y sistema de recarga en trifásica de hasta 43 kW. La razón de la eliminación de su catálogo de esta opción, que ya no se renovó en paralelo con el actual motor R110, se debe al lanzamiento el próximo septiembre de la nueva generación del Renault Zoe.
La primera generación del Renault Zoe, que se lanzó en 2013, contaba con un motor eléctrico fabricado por la empresa alemana Continental, con la denominación Q. Incorporaba el cargador Camaleon, patentado por el fabricante francés, capaz de cargar desde 2,4 kW de potencia (corriente alterna monofásica), hasta 43 kW (corriente alterna trifásica). Unos años después, Renault desarrolló su propio motor eléctrico, con la denominación R, que incluía una nueva electrónica de potencia y recortaba el rango de carga del Camaleon de 2,4 a 22 kW, eliminando algunos problemas de incompatibilidad de la recarga a potencias bajas y resultaba más económico. Hasta ahora, las dos versiones, se ofrecían en paralelo.
Renault anunció un nuevo motor para el Zoe en su plan de inversión a mediados del año pasado. El Zoe R110, a la venta desde julio de 2018, aumentaba la potencia del motor anterior, el R90,en 12 kW, lo que supone una primera razón para que los pedidos de las versiones Q disminuyesen considerablemente.
El motor eléctrico del Renault Zoe ha recibido varias actualziaciones desde 2012.
A finales de 2019 está previsto el lanzamiento de la segunda generación del Zoe que supondrá la renovación completa de este coche eléctrico. Entre otras cosas, podría ofrecer unas dimensiones más generosas y un interior el que se incorporarían mejoras en cuanto acabados, equipamientos, y las últimas novedades de los sistemas multimedia de la marca.
Aunque todavía no se conoce la configuración mecánica que traerá, es posible que incorpore un nuevo motor eléctrico con una potencia de 95 kW superior a la del R110, que alcanza los 80 kW, y que además mejoraría la a eficiencia. También podría incluir una nueva batería con 400 kilómetros de autonomía real. Otra razón para la eliminación de las versiones Q del motor del Zoe sería la implementación de la carga rápida en corriente continua en esta nueva generación alcanzando una potencia de hasta 100 kW bajo el protocolo CCS y manteniendo la recarga en trifásica hasta los 22 kW. Por lo tanto ya no tendría razón de existir los motores Q, cuya única ventaja era la posibilidad de alcanzar 43 kW de potencia de carga en trifásica.
Renault era el único fabricante que utilizaba esta potencia de carga, que exige una corriente alterna trifásica con una intensidad de 64 amperios. La razón es que los protocolos de carga en corriente continua, tanto en CHAdeMO como en CCS ofrecen una potencia superior. Inicialmente esta era de 50 kW, aunque ahora, las nuevas generaciones de coches eléctricos con baterías más grandes exigen potencias superiores, por lo que ya es habitual que sean capaces de cargar a 100 kW. Por su parte, los protocolos de carga y la infraestructura se están actualizando para ofrecer, en un futuro no muy lejano, hasta 350 kW de potencia.