Volkswagen sabe perfectamente lo que tiene que hacer, pero le está costando ejecutar los planes para conseguirlo. La era eléctrica se le está atascando a los alemanes. En Wolfsburgo están inmersos en una batalla personal para contener el gasto y aumentar la presencia eléctrica. El 2025 está llamado a ser el año del cambio, un ejercicio especialmente importante por el lanzamiento de modelos como el Volkswagen ID.2. El utilitario de precio razonable será presentado entonces, aunque ahora hemos podido saber que su producción inicial será mucho más limitada de lo que esperábamos.
Europa necesita incrementar su cuota de vehículos eléctricos. El Viejo Continente se ha propuesto erradicar la contaminación del tráfico, pero, por ahora, el cambio es mucho más lento de lo esperado. Los conductores están esperando la llegada de coches más baratos y de mejor autonomía para poder dar el salto. Los segmentos más pequeños del mercado tirarán del carro de ventas. Coches como el ID.2, de apenas 4,2 metros, recuperarán la esencia de los antiguos utilitarios: coches capaces para el día a día y para un amplio margen de usos y desempeños.
El precio podría variar en función del estado del mercado y del coste de las materias primas
Todas las marcas ya han presentado su candidatura a la categoría. Volkswagen ha dado mucho de qué hablar desde el lanzamiento del ID.2 All, el prototipo que nos adelanta las líneas definitivas del modelo de calle. Sin embargo, los alemanes no son los únicos en esta carrera.
Renault parece haber tomado una clara ventaja. Este mismo año, a finales de febrero, presentará en sociedad el Renault 5. Será un rival directo del ID.2, pero llegará casi dos años antes que su rival alemán. Kia también ha dejado claro que plantará cara, aunque todo el mundo espera que el Tesla Model 2 sea el coche que realmente transforme por completo el panorama.
Si bien la compañía de Elon Musk todavía no ha dado detalles concretos de cuándo llegará ese modelo tan especial, los fabricantes tradicionales guardan un halo de esperanza para poder llegar antes.
Sin embargo, tal y como apuntan fuentes alemanas, Volkswagen tardará en incrementar el ritmo de producción del que previsiblemente será su coche eléctrico más popular. El ID.2 verá la luz en el otoño de 2025, pero no será hasta el primer tercio del curso siguiente cuando las fábricas alcancen un óptimo ritmo de producción. Actualmente, Volkswagen está reorganizando sus fábricas y modificándolas para esta nueva etapa.
Las fuentes también reconocen que el objetivo de precio se conseguirá, aunque por un margen muy estrecho. No podemos esperar un ID.2 de 20.000 euros antes de ayudas. La tarifa mínima del modelo más básico de la gama -menos potencia, autonomía y prestaciones- será ligeramente inferior a los 25.000 euros. En función de las ayudas vigentes en ese momento el coste total puede reducirse agresivamente, pero, por ahora, es muy pronto para vaticinar cómo se comportarán los mercados. Alemania ya ha borrado del mapa las ayudas y otros países están adoptando medidas para limitar los modelos sujetos a las promociones. Está claro que si Europa quiere transformar la movilidad necesita impulsar dichas subvenciones.
Hay muchas incógnitas y variables en el aire, tal y como reconoce Kai Grünitz, miembro de la Junta Directiva de Volkswagen: “Cuando definimos el precio no nos basamos en ilusiones. Hemos fijado medidas claras, incluso para el tamaño de la batería, para garantizar que alcancemos el precio objetivo. Sin embargo, las condiciones cambian casi cada semana, esa es la realidad. Hay que adaptarse a ello”. En un futuro aún más lejano e incierto, Volkswagen intentaría lanzar un modelo incluso más barato, el Volkswagen ID.1, aunque, por el momento, no hay nada definido.