El Grupo Volkswagen busca cómo salir de una de las mayores crisis de su historia. Aquella que, tras la publicación de los resultados del tercer trimestre de 2024, les ha llevado a valorar medidas como la reducción del 10% del salario para sus empleados o el cierre de hasta tres fábricas, medidas que están negociando con sus sindicatos.
Pero, más allá de medidas tan drásticas, el Grupo ya plantea otras a mayor plazo, como una reducción de costes “inevitable”, algo que el propio CEO del Grupo, Oliver Blume, estableció como objetivo a comienzos del pasado mes de noviembre, tras reconocer que arrastraban “décadas de problemas estructurales”.
La reducción del tiempo de desarrollo como reducción de costes
Para ello, el Grupo -que reconoce que sus costes en Alemania deben reducirse “de forma masiva”- ya asignó 900 millones de euros para empezar a ejecutar diversas medidas que reduzcan sus costes estructurales.
Y una de las primeras medidas tiene que ver con la reducción del tiempo de desarrollo de sus nuevos modelos, tal y cómo ha declarado a la publicación Automobilwoche Kai Grünitz, el jefe de desarrollo de Volkswagen, la principal marca del Grupo.
“Para los nuevos modelos, estamos planeando un tiempo de desarrollo de 30 a 36 meses” señaló este directivo y “para proyectos que utilizan plataformas y arquitectura ya establecidas […], estamos tratando de lograr tiempos de desarrollo de menos de 30 meses”.
Un tiempo que, según ha declarado el vicepresidente de investigación de la consultora Gartner, Pedro Pacheco, a Autonews no sería el más rápido entre los fabricantes, ya que “los fabricantes tradicionales suelen necesitar de 24 a 48 meses para desarrollar un nuevo modelo, mientras que las marcas recién llegadas están completando la tarea en 15 a 24 meses” pero que, según la misma publicación, que cita a una fuente que trabaja estrechamente con Volkswagen, supondría acortar a la mitad los actuales plazos de desarrollo del Grupo, “que pueden alcanzar hasta los 60 meses”.
El Grupo también busca reducir los plazos de producción y las pruebas físicas
Gránitz reconoció que la industria del automóvil estaba viendo “grandes saltos tecnológicos” y que “si tardemos cuatro o cinco años -60 meses- en desarrollar un coche, el producto probablemente estaría desactualizado para cuando llegue al mercado”.
Mientras tanto, el Grupo avanza hacía el objetivo de fabricar sus coches en 10 horas, el tiempo que Tesla necesita para fabricar una unidad del Model Y en la gigafactoria de Berlín o que Renault ya ha publicado requiere para construir un Renault 5 E-TECH en su planta de Douai, en Francia.
Y si bien Volkswagen canceló en 2023 un plan de 2.000 millones de euros para modernizar su planta de Wolfsburgo de cara a lograr ese objetivo, Grünitz señaló que “el objetivo de Volkswagen para reducir el tiempo de producción de los vehículos a 10 horas también ha avanzado”.
Lo hizo detallando “que estamos trabajando en un concepto de vehículo que reducirá radicalmente los tiempos de fabricación” e indicando además que la marca busca “las eficiencias que se habrían logrado construyendo una nueva fábrica adaptando y mejorando las instalaciones ya existentes.
Otro aspecto en el que Volkswagen busca ahorrar costes es la reducción de las pruebas físicas para sus nuevos vehículos. “Este año, redujimos nuestro número de vehículos de prueba física en alrededor de un 40%, confiando más en las pruebas digitales” explicaba Grünitz.
“Ahora podemos ejecutar toda la cadena de desarrollo con un prototipo digital, acortando el proceso de desarrollo del producto y reduciendo costes sin sacrificar la calidad y valía de las pruebas”.
Menos novedades pero sí a aquellas que los clientes utilicen y aprecien
Grünitz también señalaba en la entrevista un cambio de enfoque de la marca sobre las distintas mejoras de sus vehículos: "en el futuro, ya no pretendemos añadir 40 o 50 nuevas funciones con cada vehículo porque los clientes pueden no notarlas", dijo. A cambio, “nos concentraremos en unas pocas funciones que sí ofrecen un valor diferencial para nuestros clientes”.
Además, Grünitz señaló que “la mayoría de las innovaciones que los clientes buscarán vendrán del software”, poniendo como ejemplo la adopción de ChatGPT en los vehículos de la marca alemana, una innovación que los clientes han acogido de muy buen grado y que utilizan con asiduidad.