Quién pudiera ser multimillonario y tener un Rimac Nevera en el garaje de casa. El sueño de muchos es la realidad de unos pocos afortunados. La producción del superdeportivo eléctrico croata hace semanas que empezó, pero no ha sido hasta hace unos días cuando se ha entregado la primera unidad ensamblada. El primer Rimac Nevera ya tiene dueño: el ex piloto de Fórmula 1, Nico Rosberg, que suma una nueva joya a la ya de por sí extensa colección de coches que tiene.
La historia de Rimac es una de esas que gustan a todo el mundo. Su fundador, Mate Rimac, ha conseguido llevar su empresa desde la más absoluta nada al todo. Sus coches y, sobre todo, su tecnología, se han convertido en referencia mundial. Muchas son las compañías que quieren trabajar con ellos. El Grupo Volkswagen, en especial Porsche, tiene muchas esperanzas puestas en la compañía croata. Tantas que le ha cedido el desarrollo del primer Bugatti eléctrico bajo la empresa Bugatti Rimac LLC fundada a mediados del año pasado.
Pero volviendo al tema que nos ocupa en esta ocasión, es normal que la industria se derrita en elogios hacia la empresa croata. El Nevera es la última de las joyas salidas de la casa. Más que un superdeportivo eléctrico, es uno de los coches más rápidos del mundo. Presentado oficialmente como prototipo en el Salón de Ginebra del 2018, el desarrollo ha supuesto más de tres años de duro trabajo y también la desaparición de las primeras cuatro unidades que acabaron siendo destruidas para analizar su seguridad.
Tras haber pasado por todos los procesos exigidos por la industria, superando con nota cada examen, el Nevera emprende el vuelo como coche de producción definitivo. Cuenta con cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda, que generan una potencia de salida de 1.427 kW, unos 1.914 caballos de potencia que son más que suficientes para catapultar sus 4,75 metros de largo. Sus cifras de rendimiento dejan bien claro que hablamos de uno de los coches más extraordinarios del mundo. De 0 a 100 Km/h en 1,97 segundos y velocidad punta de 412 km/h.
Pero ahí no acaban los datos impresionantes, porque a todo ello hay que sumar el precio. Cada unidad del Rimac Nevera vale aproximadamente dos millones de euros. Decimos aproximadamente porque depende en gran medida de los detalles que quiera aplicar cada uno de sus acaudalados clientes. Rimac tan solo producirá 150 unidades, la mayoría de ellas ya asignadas. Pronto empezarán a llenar los garajes de las grandes fortunas del mundo, aunque Nico Rosberg siempre podrá decir que tiene el primero de todos. La entrega ha sido muy especial, contando con la presencia del mismísimo Mate Rimac.