Antes de comenzar a desarrollar los dos modelos eléctricos que inaugurarán su oferta, Rivian trabajó en un vehículo completamente diferente: un deportivo eléctrico que allá por 2009 quería emular el ejemplo de Tesla con el Roadster. Durante dos años, el equipo de ingeniería y diseño de la empresa estadounidense dedicó sus esfuerzos a un coche eléctrico que finalmente descartó por no ser "la plataforma adecuada", según ha explicado su CEO, RJ Scaringe.
De la mano de su CEO, Rivian no ha seguido la estrategia de otras startups creadas al albor de la electrificación de la industria del automóvil. En lugar de anunciar grandes lanzamientos y fechas de entrega antes de tener nada sólido detrás de sus paredes, se ha centrado en su tecnología eléctrica. De hecho se mantuvo en secreto desde 2009 a 2017 hasta tener todos los cabos bien atados para sus modelos y para sus planes de fabricación. Rivian se ha convertido en una de las startups mejor financiadas del mundo, gracias a las sucesivas inversiones que ha recibido como los 700 millones de dólares de Amazon, los 500 millones de Ford y los 350 millones de Cox Automotive.
Este hermetismo inicial de la empresa ha sido la razón por la que este pequeño deportivo eléctrico que ahora sale a la luz era un auténtico desconocido para todos. Según informa la web The Drive , cuando Scaringe puso en marcha Rivian, allá por 2009 el proyecto inicial era esencialmente un cupé deportivo totalmente eléctrico en el que la empresa trabajó durante dos años. Ese tiempo le sirvió para pensar como mejorar el concepto de la marca y qué producto iba a ofrecer. A la vez debía establecer una estrategia y una tecnología que sorprendiera a la industria. Al querer encajar todos estos factores y querer cambiar la forma de pensar de la gente sobre los vehículos y la sostenibilidad, "llegamos a la conclusión de que esa no era la plataforma adecuada que necesitábamos". Así, que quedó archivado a finales de 2011 y Rivian volvió a empezar.
Ante la pregunta realizada al Director de Dinámica de Vehículos de Rivian, Max Koff, sobre si el proyecto de este deportivo había sido cancelado definitivamente, la respuesta fue, de nuevo, "archivado", lo que sugiere que mientras sea así, la idea de que pueda convertirse en realidad no se descarta por completo.
El equipo de desarrollo de Rivian junto al prototipo eléctrico que por ahora, permanece "archivado". Foto: The Drive.
Los coches deportivos representan un mercado de nicho en comparación con los SUV y las pick-up, por lo que no es probable que este proyecto se reactive en un corto espacio de tiempo. Este verano, Rivian registró varios nombres para sus próximos modelos. En concreto, y manteniendo la nomenclatura "T" para las pick-ups y "S" para los SUV, lo hizo con las denominaciones R3S, R4S, R5S, R3T, R4T y R5T. Sin embargo, a diferencia con otros fabricantes, Rivian no pretende revelar lo que vendrá hasta que el producto esté prácticamente listo. "Vamos a estar muy callados sobre lo que vendrá después, porque queremos asegurarnos de que lo que mostramos sea exactamente lo que obtienen los clientes", continúa Scaringe. "Hay muchos productos en la cartera que están por llegar, y que todavía no hemos anunciado".
Rivian tiene entre sus planes lanzar hasta seis nuevos vehículos eléctricos de aquí a 2025. Por lo que se deduce de las primeras pruebas realizadas en Estados Unidos, las expectativas sobre cada uno de ellos están muy altas. El rendimiento que ofrece el sistema de motores en ruedas es muy elevado y Rivian parece que está sabiendo sacarle provecho a esta tecnología