Los fiordos noruegos son un enclave de espectacular belleza, un atractivo turístico que mucha gente tiene señalado para conocerlo y visitarlo al menos una vez en la vida. Ya sea con fines turísticos o para mover a los lugareños entre distintos núcleos de población, ferrys y cruceros de gran tamaño surcan sus aguas diariamente, y desde ahora hay uno más: se llama Rygerelektra, está hecho de fibra de carbono y es el ferry eléctrico más rápido del mundo.
Noruega es un país extraordinariamente rico gracias, principalmente, a sus reservas de petróleo y gas. Y es también -paradójicamente, quizá- uno de los más avanzados en materia de movilidad eléctrica. No solamente en vehículos por carretera, pues el Rygerelektra no es el primer barco completamente eléctrico o híbrido que ya opera en aguas nórdicas.
Rygerelektra, el ferry completamente eléctrico más rápido del mundo ya opera en Noruega.
Construido por el astillero Brødrene Aa, el Rygerelectra es un ferry totalmente eléctrico de 42 metros de eslora, capaz de transportar 297 pasajeros. A plena capacidad, y a una velocidad crucero de 17 nudos (31,5 km/h), tiene una autonomía operativa de 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) usando el 70% de la batería (100-30% del estado de carga). Una batería que tiene 2 MWh de capacidad total, aproximadamente la capacidad de veinte Tesla Model S Gran Autonomía.
Lógicamente, la autonomía total varía en función de la velocidad a la que se desplace. Así por ejemplo, a 18 nudos de velocidad la autonomía desciende a 40 millas náuticas. Y aunque no se ha anunciado su autonomía a máxima velocidad, sí sabemos que es muy rápido: durante la fase de pruebas fue capaz de alcanzar 23 nudos de velocidad máxima, equivalente a 42,6 km/h. No obstante, en su operativa diaria estará limitado a 20 nudos, que son 37 kilómetros por hora.
El ferry alcanza gran velocidad gracias a la potencia de sus dos motores eléctricos Ramme, de 375 kW cada uno, y a su ligereza: está construido usando fibra de carbono mayoritariamente. El primer Rygerelektra ya ha sido entregado a la compañía Rødne Fjord Cruise, que ha empezado a operar con él como barco turístico en Stavanger, Noruega.