El Gobierno de Cantabria ha pedido al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo estar en la lista de comunidades para instalar una planta de fabricación de baterías para coches eléctricos y también que se le incluya entre las regiones que podrán recibir fondos europeos para la descarbonización, por su importancia para el cambio energético que debe acometer la empresa Solvay.
El consejero de innovación, Industria, Transporte y Comercio, Francisco Martín, ha remitido una carta a la ministra en funciones, Reyes Maroto, en la que, le ruega que Cantabria opte a acoger esa fábrica de baterías para coches eléctricos, según ha informado en nota de prensa el Gobierno regional.
Martín pretende que el Gobierno del Estado tenga conocimiento de la solicitud cántabra ante el interés de otras comunidades autónomas y ha añadido un dosier que en su día se presentó a Tesla con parámetros que incluyen informes de seguridad sísmica, capacidad técnica, disponibilidad social, experiencia regional en el sector (25% del PIB industrial está relacionado con el automóvil), ubicación de suministradores o ensambladores nacionales, vías de comunicación, oferta de apoyo financiero del primer banco europeo, etc.
La solicitud de Martín está respaldada por el interés del presidente de la Cámara de Comercio de Torrelavega, Jose Francisco González Payno, que también por medio de un escrito ha manifestado la disposición de la entidad cameral y de la Corporación de Torrelavega para que se hagan las gestiones posibles para atraer dicha fábrica.
"Sobre todo teniendo en cuenta que la propia patronal Anfac ha considerado el puerto de Santander el mejor dentro de lo que es el transporte marítimo-terrestre de vehículos, y la importante industria de componentes de vehículos que hay en nuestra región", indica González Payno en su escrito.
Además añade que ya en el año 2016 Torrelavega fue considerada Zona de Urgente Industrialización, "por lo que, aunque difícil, consideramos importante dar pasos en propuestas como ésta, que den valor añadido a nuestro territorio".
En su carta a Reyes Maroto, el consejero de Industria también trasmite a la ministra su "extrañeza" por la no inclusión de Cantabria entre las regiones elegibles para recibir fondos europeos destinados a la descarbonización y le pide corregirlo.
Martín recuerda que Cantabria cuenta con la única empresa con una central de cogeneración de carbón cuya supervivencia depende del cambio del modelo energético que forzosamente ha de afrontar, refiriéndose a Solvay, y "que entre trabajos directos e indirectos supone uno de los tres mayores empleadores de Cantabria y motor fundamental de la comarca del Besaya".
El consejero de Industria señala en la carta que la coyuntura internacional del mercado del carbonato hace que los sobrecostes inducidos por un forzoso cambio energético puedan sacar a la planta cántabra de los parámetros de competitividad global. "Sabemos que en este momento aún no está claro el mecanismo de reparto y destino de los 5.000 millones previstos por la Unión Europea, pero ya de partida Cantabria se queda fuera de las regiones elegibles", lamenta Martín.
Considera que "acaso no exista constancia" en los organismos que han tomado esta decisión que, tan importante como garantizar una adecuada transición en las comarcas mineras o los intereses de las eléctricas propietarias de las centrales térmicas, es asegurar la supervivencia de las empresas directamente afectadas por este obligado cambio energético.
"Y en este caso, te ruego que consideres a Solvay y su efecto sobre la comarca del Besaya como un afectado 'con mayúsculas' de este proceso y, por lo tanto, que Cantabria pueda ser elegible para estos u otros fondos que faciliten un cambio de modelo energético sostenible, no excluyente y no traumático", añade el consejero cántabro.
Finalmente, en la misiva, el consejero cántabro manifiesta a Reyes Maroto su deseo de tener la oportunidad de avanzar en temas fundamentales para Cantabria, que ya en algún caso ambos han tratado, como la modificación de las condiciones de justificación de los fondos territorializados para el Plan Moves o la especial atención que las empresas electrointensivas requieren para mantener una competitividad razonable que no les eche del mercado.