El fabricante de componentes Schaeffler, una empresa muy ligada a la Fórmula E a través de patrocinios, tecnología y suministros, ha creado un coche eléctrico capaz de desarrollar cerca de 1.200 caballos de potencia gracias a la tecnología que hereda directamente de los monoplazas de competición ABT Schaeffler FE01. El Schaeffler 4ePerformance es un gran turismo de elaboración conjunta con ABT, con una plataforma creada específicamente por la compañía alemana para este prototipo, sobre la cual hay instalados cuatro de los motores eléctricos que se utilizaron durante la segunda temporada de Fórmula E.
El nuevo automóvil eléctrico de Schaeffler lleva sus prestaciones eléctricas al más alto nivel, ya que cada una de las unidades empleadas genera 220 kW, lo que se traduce en un total de 880 kW (1.180 CV). La potencia se gestiona individualmente en cada rueda, que es propulsada por un motor eléctrico en exclusiva. Schaeffler ha instalado dos transmisiones independientes por eje, con lo que se obtiene un sistema de distribución de par selectivo (también conocido como par vectorial).
En total, el 4ePerformance empuja con la friolera de 10.000 Nm de fuerza par, acelera de 0 a 100 km/h en dos segundos y alcanza los 200 por hora en 6,5 s. Eso sí, la velocidad máxima está limitada a 220 km/h. Pero no hay potencia, ni velocidad, sin energía. Y en el Schaeffler 4ePerformance ésta se almacena en dos baterías con una capacidad conjunta de 64 kWh. Un tercio de la batería está alojada en el capó, mientras que las dos terceras partes restantes se ubican en la parte trasera. Esto permite que la distribución de peso no pueda ser más equilibrada, con un reparto de masas de 50:50.
La idea de crear un prototipo eléctrico nació en el piloto Lucas Di Grassi: "Vi las unidades de potencia de la segunda temporada almacenadas y se me ocurrió que podríamos crear algo comercial basado en la tecnología de estos motores", dijo el piloto de 33 años en una entrevista concedida al canal Eurosport.
La respuesta por parte del profesor Peter Gutzmer, jefe de tecnología del Grupo Schaeffler, fue la de crear este espectacular coche eléctrico basado en un Audi RS3. "La movilidad eléctrica del futuro es aquello que realmente nos preocuopa", dijo el profesor. "Y también es el futuro de Schaeffler. Nuestra idea ha sido utilizar los motores de Fórmula E, diseñar una plataforma y construir un coche con la potencia directamente en las ruedas, con la finalidad de demostrar que la Fórmula E está muy cerca de los coches de producción".