Estados Unidos siempre ha sido el sueño dorado de Volkswagen. A lo largo de los años, los alemanes han hecho grandes esfuerzos por conquistar ultramar, pero nunca lo han logrado de forma satisfactoria. En un nuevo intento Volkswagen ha planeado el lanzamiento de una submarca específica para Estados Unidos, Scout. Aunque sea propiedad de Volkswagen, Scout busca un enfoque completamente diferente. Tal es así que podría estar en contacto con Magna Steyr para que sean estos los que se encarguen de llevar a cabo el desarrollo de sus primeras unidades eléctricas.
Los americanos tienen una mentalidad muy diferente a la europea. Mientras que el viejo continente se afana por buscar coches cada vez más eficientes, los yanquis prefieren grandes camionetas y grandes SUV, cuanto más grandes y potentes mejor. Durante más de tres décadas el modelo más vendido del país ha sido el Ford F-150, lo que demuestra claramente los gustos particulares del conductor americano. Scout de Volkswagen nace para introducirse en la nueva e incipiente categoría eléctrica.
Ford F-150 Lightning, Rivian R1T, Chevrolet Silverado EV y Tesla Cybertruck son algunos de los modelos que ya están presentes o que pronto lo van a estar. Modelos con un enfoque tanto profesional como recreativo que tienen en el comportamiento offroad un arma muy contundente. Volkswagen no lo tendrá nada fácil para plantar cara, y por eso ha buscado un enfoque completamente diferente. Scout será una marca 100% eléctrica, pero que poco o nada tendrá que ver con la casa alemana -aunque económicamente dependa de ella-.
Volkswagen no tiene en su catálogo de productos nada similar a un F-150, ni en tamaño ni en características. Por ese motivo el otro día se confirmó que Scout no empleará la archiconocida plataforma MEB del conglomerado, ni cualquier otra estructura alemana al no poder adaptarse a los requerimientos específicos de Scout. La nueva compañía busca un socio con el que trabajar para el desarrollo de la plataforma y las capacidades todoterreno, y para eso pocas empresas hay mejores que Magna Steyr.
Aunque el primer beneficio de Magna es fabricar coches para otras marcas, también es especialista en el desarrollo de algunos modelos muy concretos, como es el caso del Mercedes Clase G. Diversos medios alemanes afirman que ambas compañías están en negociaciones para concretar la forma en la que se va a llevar a cabo la colaboración, aunque ni Magna ni Volkswagen han hecho declaración alguna al respecto. Como ya dice el dicho: cuando el río suena, agua lleva.
El acuerdo podría centrarse únicamente en el desarrollo, aunque también es probable que Magna se encargue de la producción. La planta de Volkswagen en Estados Unidos no está capacitada para incluir una línea de montaje completamente nueva, y ante el alto coste de abrir nuevas instalaciones, Magna sería un aliado muy interesante para este nuevo objetivo. El proyecto ya está en marcha, aunque no será hasta 2026 cuando veamos el primer modelo de Scout, una camioneta eléctrica totalmente diferente a cualquier otro producto de Volkswagen.