Cada día, muchas personas eligen el automóvil como su medio de transporte urbano. En numerosas ocasiones, un vehículo diseñado para llevar a 4 o 5 personas transporta únicamente a una. Esta situación implica el gasto de energía para mover un vehículo que pesa más de una tonelada y media, solo para transportar una masa de menos de 100 kilogramos. Con el tiempo, esta contradicción energética se vuelve cada vez más difícil de justificar.
En esta situación hace unos años se instaló entre los compradores la moda SUV. Vehículos más grandes, pesados y menos aerodinámicos, pero más ‘bonitos’. Su diseño, altura y peso demandan mayores cantidades de energía para desplazarse. Consumen más combustible, lo que significa que contaminan más. Sin embargo, esta simple relación no parece afectar a millones de compradores en todo el mundo que se sienten atraídos por su estética antes que por la lógica o la eficiencia.
Los SUV están perdiendo fuelle
Si los SUV no existieran, las emisiones contaminantes serían considerablemente menores a nivel global. Un estudio de Global Fuel Economy asegura que la contaminación se podría haber reducido un 30% sin la presencia de los SUV.
Según el análisis realizado en 28 mercados europeos por empresa de datos del sector Jato Dynamics, la popularidad de los SUV se ha ralentizado y su cuota de mercado cayó del 51,3% en abril de 2023 al 51,1% en abril de 2024. Las matriculaciones de SUV solo aumentaron un 12% interanual, por detrás del crecimiento del mercado general durante el mismo período.
Si bien los SUV siguen siendo el vehículo preferido de muchos consumidores europeos, los datos de abril indican que la cuota de mercado de la categoría probablemente podría estar alcanzando su punto álgido en un futuro próximo, indica Jato Dynamics.
Dentro de este segmento, Audi, Ford, Kia, Renault y Skoda tuvieron perdieron ventas en abril, mientras que BMW, Hyundai, Mercedes, Toyota, Volkswagen y Volvo ganaron cuota de mercado. Durante el mes de abril se matricularon en Europa un total de 1,08 millones vehículos nuevos, un aumento del 12,6% respecto a abril de 2023, impulsado en gran medida por la demanda de 'hatchbacks B' y coches compactos.
Según la empresa de datos, las cifras de lo que va del año muestran que se han matriculado un total de 4,46 millones nuevas unidades en lo que va de 2024, un aumento del 6,7% respecto al mismo punto del año pasado.
Los SUV y los coches eléctricos
La electrificación de la industria ha fomentado la presencia de la oferta de SUV. Su mayor ventaja como coches eléctricos está relacionada con la posición y el tamaño de la batería. Al ser este un elemento muy pesado, su situación ideal dentro de la arquitectura del coche es en la parte baja extendiéndose por debajo del habitáculo.
De esta forma se logra bajar la altura del centro de gravedad del coche, lo que aumenta la estabilidad y facilita el manejo. Por otro lado, libera el resto de los espacios, como el maletero y el capó para situar otros componentes y, por último, permite un suelo plano en la cabina, lo que puede favorecer el confort de sus ocupantes.
La unión de los gustos estéticos de los compradores con la practicidad de la colocación de este componente fundamental ha provocado que la oferta de coches eléctricos tipo SUV sea muy abundante. Muchos fabricantes ofrecen exclusivamente este tipo de vehículos en su gama eléctrica, lo que ha provocado que crezcan sus ventas.
Una alternativa a caballo entre ‘todos’ los formatos
Si bien los SUV permiten una mejor distribución de un sistema de propulsión eléctrica, también son muy ineficientes energéticamente. Una realidad que va en contra de la necesaria reducción de los consumos al mínimo que se precisa en un coche eléctrico, uno de los mantras que busca la industria para poder hacerlos funcionales.
Por eso, algunas marcas están optando por combinar formatos creando coches que, hoy por hoy, no encajan en los estándares habituales. Se trata de coches ligeramente más altos que las berlinas, pero más bajos que un SUV. De estos adoptan estéticas típicas como los pasos de ruedas reforzados o un capó ligeramente más horizontal. Sin embargo en la zaga adoptan el formato de un compacto hatchback, de manera que estéticamente recuerdan un SUV y energéticamente una berlina.
Es el caso, por ejemplo, y entre otros, del Peugeot 408, del Citroën C5 X, del Kia EV6 o del Hyundai IONIQ 5. Si bien por ahora son pocos los modelos de este tipo y los SUV siguen manteniendo su aplastante liderato, es posible que la industria esté dando un paso un poco más allá para permitir adaptar los gustos estéticos de los compradores con la eficiencia de la era eléctrica y la mejor arquitectura para un coche eléctrico.