No todo son alegrías para Tesla en los últimos tiempos. Si bien su división de vehículos eléctricos marcha sobre ruedas (a día de hoy es el fabricante de automóviles más valorado en los mercados), el gigante americano se enfrenta ahora a una investigación por parte de la Comisión de Valores (SEC) por un posible defecto en los paneles solares que ofrece la compañía. Un proceso abierto a expensas de una denuncia realizada por un antiguo trabajador.
Hace unos meses el Gobierno americano ya centró su vista en Tesla. En aquella ocasión la NTHSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) fue la que abrió un expediente investigador sobre la compañía ante un extraño accidente que acabó con la vida de los dos pasajeros del Tesla Model S que se vio envuelto en la fatal colisión. Ahora, los acontecimientos nos llevan por otra senda, pero no menos importante o delicada.
La denuncia, iniciada meses atrás, parte de Steven Henkes, un exempleado de Tesla y antiguo gerente de la división de calidad de Toyota Motors. El señor Henkes fue despedido en agosto del año pasado alegando que su desempleo fue provocado como represalia por plantear preocupaciones de seguridad en referencia a los paneles solares que la compañía lleva tiempo comercializando. Según el antiguo trabajador, Tesla no ofrece recomendaciones de seguridad ante posibles defectos e incendios.
De hecho, no es la primera vez que los de Austin se ven envueltos en una situación similar. Tiempo atrás Wallmark denunció a Tesla por que, según ellos, los paneles solares provocaron al menos siete incendios en diversas instalaciones. La compañía de Elon Musk negó tales acusaciones y ante posibles casos judiciales abiertos, el caso se resolvió en privado mediante un acuerdo con cifras desconocidas. A raíz de aquello Tesla lanzó un programa para reemplazar las piezas defectuosas.
A pesar de ello las denuncias no han cesado. En los últimos años varios clientes y aseguradoras han demandado a Tesla por causar incendios. Según Henkes, la compañía no está haciendo nada por velar por la seguridad de los usuarios. Según él deberían apagar los sistemas solares afectados y propensos a incendios, informar a los reguladores de seguridad y notificarlo a los clientes. Se calcula que más de 60.000 clientes particulares y más de 500 empresas podrían estar afectados.
Por el momento, ni la compañía ni Elon Musk personalmente se han pronunciado al respecto. Obviamente es una situación delicada ya que por detrás no se encuentran quejas de clientes privados, sino la investigación de una de las agencias más importantes de los Estados Unidos. Veremos en qué concluye todo.