El pasado día 1 y 2 de diciembre, toda la actualidad estuvo copada por la repentina marcha del CEO de Stellantis, Carlos Tavares, de quien se decía que había dimitido de sus funciones por una falta de acuerdos o entendimientos con la junta directiva del grupo automovilístico. Sin embargo, nuevos informes no apuntan precisamente a la veracidad plena de esta versión. Pero, ¿qué sucedió realmente en aquel encuentro?
Concretamente, según apuntan desde Reuters, han tenido acceso a dos personas con conocimiento del asunto, las cuales han contado con ciertos detalles lo que sucedió en el seno del gran conglomerado automovilístico. Desde entonces, recordemos, oficialmente Stellantis no ha confirmado un sustituto para Tavares, y entre sus candidatos, Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, ya ha dicho que no apunta a dicho puesto.
¿Carlos Tavares en realidad fue despedido?
Según estas dos citadas fuentes que hablaron con el mencionado medio, aseguran que apenas un mes después de que Carlos Tavares recibiera un visto bueno para sus nuevos objetivos de ventas y recortes de costes, llegó la sorpresa. La junta directiva se confirmó descontenta con su forma de actuar y de trabajar.
Concretamente, aseguran, las tiranteces llegaron de la mano de un polémico trato con los proveedores, distribuidores y sindicatos de trabajadores. Con todo ello, la junta decidió unánimemente que Tavares no debería seguir en su cargo. “Algo se rompió en noviembre dentro de Stellantis”, afirma una de las fuentes de Reuters.
Pese a estos detalles, no se ha concretado qué tipo de enfrentamientos llevaron a la destitución, pues el propio Tavares no dio detalles o hizo comentarios al respecto. No obstante, Doug Ostermann, director financiero de Stellantis, sí afirmó que: “Las divergencias entre Tavares y los miembros de la junta directiva incluían, entre otras cosas, ciertas prioridades” para los 15 meses restantes que le quedaban al CEO en su cargo antes de que expirase su contrato, el cual ya publicaron que no sería renovado.
“Aquellas prioridades relacionadas con cuestiones tácticas sobre cómo gestionar el negocio durante ese período de corto plazo y qué acciones se deben tomar con respecto a las métricas de corto plazo versus el beneficio a largo plazo de la empresa”, afirmó Ostermann. A día de hoy, este responsable se postula como uno de los favoritos para suceder en el cargo de CEO a Carlos Tavares, pues fue uno de los principales responsables de las relaciones entre Stellantis y Leapmotor, así como con otros suministradores chinos.
Sea como fuere, Tavares siempre se ha presentado como una persona que, aunque ha llevado a Stellantis a buen puerto, si bien no era fácil negociar o incluso trabajar a su lado. Sus disputas eran muchas con personas tanto responsables de la distribución de componentes, hasta miembros de algunos gobiernos (el italiano especialmente). Pese a todo esto, el conglomerado automovilístico tiene ahora un frente abierto por delante en cuanto a la adjudicación del puesto de CEO.