Después de aspectos como el precio o la capacidad del maletero, uno de los factores que más peso tienen a la hora de valorar la compra de un coche u otro es la fiabilidad que se le presume a su fabricante. Bien es sabido, como corroboró la OCU en 2022 con un informe relativo a ello, que las marcas cuyos coches menos problemas dan a sus conductores en cuanto a mecánica, electrónica o de cualquier híndole, son asiáticas, y especialmente las japonesas.
Así pues, si en las primeras posiciones de este tipo de estudios se encuentran siempre afianzados fabricantes como Toyota, Subaru o Kia, ¿cuáles son las que ocupan los últimos puestos?
En el mismo informe en el que la OCU dictaminó que Lexus era la marca más fiable, seguida de Subaru y Toyota, fue Tesla la que ocupó la última posición de todas, y lo hizo, además, con una diferencia importante, no sólo con respecto a las primeras marcas, sino incluso también en comparación con las últimas.
Con 60 puntos porcentuales, la firma de Elon Musk se queda muy lejos de los 98 de Lexus o los 95 de Subaru. Tras Tesla, Alfa Romeo, Land Rover y Jaguar son las que más problemas dan a sus conductores, marcas que han conseguido puntuaciones de 64 las dos primeras y 68 la última.
No menciona la OCU, sin embargo, en qué aspectos flaquea Tesla como sí lo hace con el resto de marcas. Las averías eléctricas y el sistema de frenos son las causas más frecuentes de entrada a un taller por parte de un coche y aquí la organización menciona a Alfa Romeo, Chevrolet, Citröen y Fiat como las más comunes, pero no menciona a Tesla.
A través de otro informe elaborado por el TÜV alemán (el equivalente a la ITV española) que publicamos semanas atrás, sabemos que las razones por las que suele entrar un Tesla a taller, principalmente, son por problemas en el sistema de frenos y en el de suspensión, y lo achacó, además, al peso extra con el que tiene que lidiar este tipo de coches (por su batería).
Aun con todo lo anterior, la firma comandada por el magnate sudafricano no para de crecer. El pasado 2023 fue el año en el que más coches fabricó y el turismo más vendido del mundo fue el Tesla Model Y.
Y es que parece que la relación entre prestaciones, tecnología y precio de sus coches tiene mucho más peso para sus potenciales compradores que el hecho de tener que visitar el taller frecuentemente, aunque será un aspecto que la marca tendrá que acabar mejorando para poder competir, realmente, durante más tiempo de manera más efectiva.