La fusión del Grupo PSA y FCA dará como resultado el cuarto grupo automovilístico más grande del mundo, valorado en 50.000 millones de dólares. La unión de los grupos traerá luces y sombras a su alrededor, pero, si hay algo que gana con ello es el proceso de electrificación de las marcas de grupo italiano. El actual CEO de PSA, el portugués Carlos Tavares, que tiene muchas de las papeletas para convertirse también el en CEO del grupo que nace de esta fusión, es un defensor acérrimo de la electrificación, el Airbus europeo de las baterías y el desarrollo de la infraestructura de recarga, desde su etapa como vicepresidente ejecutivo de Nissan para América, a las órdenes de Carlos Ghosn.
Si todo continúa adelante, la fusión PSA-FCA supondrá que entre todas las marcas de la nueva compañía, Peugeot, Citroën, DS y Opel, Fiat, Jeep, Alfa Romeo, Maserati, Ram, Lancia y Chrysler, se producirán alrededor de nueve millones de vehículos al año. Sergio Marchionne, ex CEO de FCA, fallecido en julio de 2018, puso freno a la electrificación de las marcas de su grupo durante su mandato. Con la fusión, el nombre de Carlos Tavares, aparece como el posible CEO del gigante automovilístico, una garantía de que la electrificación formará parte fundamental de su estrategia.
Cuando en 2011 era vicepresidente ejecutivo de Nissan para América, y número dos de Carlos Ghosn en Nissan-Renault, en el Automotive News World Congress apareció con un tubo de escape sobre el escenario para reivindicar que los fabricantes deben comunicarse con claridad para ayudar a los clientes a comprender la tecnología actual. "Si se llama automóvil eléctrico a uno que tiene uno de estos —refiriéndose al tubo de escape que sostenía— solo está confundiendo el mensaje".
Carlos Tavares en el Automotive News World Congress de 2011.
Hoy en día, el Fiat 500e y el Chrysler Pacific Plug-in Hybrid son los dos únicos representantes eléctricos reales entre todas las maras del grupo italiano. Ambos están disponibles en muy pocos mercados y con unas ventas muy lejos de poder ser considerados vehículos "rentables". Si bien en agosto anunció un nuevo Fiat 500 eléctrico y un renacido Panda para liderar el segmento de vehículos eléctricos urbanos, el mensaje ha sido confuso y en principio únicamente dirigido al mercado europeo, retirándose del americano en el que estos vehículos tenían parte de su público.
Por su parte, Jeep ofrecerá versiones electrificadas de todos sus modelos en 2021 y en 2022 su catálogo incluirá cuatro eléctricos puros y 10 híbridos enchufables. Además, tiene previsto invertir más de 4.000 millones de euros en la remodelación de sus plantas de Michigan para adaptarlas a la fabricación de las variantes híbridas enchufables y dotarlas de flexibilidad para las cien por cien eléctricas.
Maserati, ha anunciado los planes de inversión en la electrificación de su gama para los próximos años. Su fin es el desarrollo de nuevos vehículos y la remodelación de las fábricas italianas. Los nuevos GranTurismo 2 y GranCabrio preanunciarán la era de la electrificación total para Maserati, aunque será el Ghibli el que se convertirá en el primer modelo híbrido de la marca, al que seguirá un SUV que estrenará las tecnologías más innovadoras.
Baterías e infraestructura, siguiendo a Musk
Sin un líder realmente comprometido con la electrificación, nadie podría asegurar que estos planes puedan hacerse realidad. Tavares podría convertirse en el Elon Musk europeo, poniéndose al timón del nuevo grupo automovilístico, haciendo realidad la electrificación de las marcas de FCA y recuperando el tiempo perdido, como se desprende de la última entrevista concedida por el dirigente a Bloomberg durante el Salón del Automóvil de Tokio.
En PSA, Tavares se ha comprometido a lanzar una versión eléctrica de cada uno de sus modelos durante los próximos cinco años, una estrategia que arrancará a principios de 2020 con el lanzamiento del Opel Corsa-e, del Peugeot e-208 y del DS 3 Crossback e-tense. El dirigente portugués trabaja ahora para asegurar el suministro de baterías para todos sus fabricantes con el apoyo a la Comisión Europea para creación de un fabricante de baterías europeo que evite que los asiáticos dominen el sector de las baterías para coches eléctricos sin oposición. Así, eliminaría cualquier duda sobre la disponibilidad de los vehículos, la capacidad de producción y la capacidad para asumir una demanda que irá creciendo paulatinamente: "Debería haberse decidido hace 10 años. Estamos esperando la aprobación de la Unión Europea".
Tavares también quiere que los gobiernos europeos expandan lo más rápido posible la infraestructura de recarga rápida en carretera. "La misión de la Asociación Europea de Automoción que lidero actualmente es advertir a los gobiernos que necesitamos redes de recarga suficientemente densas". Según Tavares, los clientes no comprarán un vehículo eléctrico si no se les asegura que la recarga no supondrá un inconveniente y para eso, los gobiernos deben tomar una decisión ya e involucrarse en todo el proceso, que también incluye los incentivos a la compra.