Tesla nunca ha destacado por ser la compañía que más pruebas realiza a sus coches. La empresa de Elon Musk apuesta por un formato de desarrollo rápido y un posterior ejercicio de desarrollo. Sin embargo, esta política no ha servido para el Cybertruck. La pick-up eléctrica debe enfrentarse a muchos retos a lo largo de su vida útil y sin duda alguna ha sido el Tesla más probado de la historia. Su desarrollo se extendió cinco años, llevando a cabo pruebas de todo tipo, desde los típicos escenarios de calor a los más extremos climas helados. Pues ni con esas el Tesla Cybertruck se está librando de los problemas. Ahora, por sexta vez en lo que llevamos de año, ha sido llamada a revisión.
Las llamadas a revisión son algo de lo más habitual en la industria. Los equipos de ingeniería siguen analizando los vehículos incluso cuando estos han sido lanzados en el mercado. Es normal detectar problemas o pequeños fallos que obligan a realizar llamadas a revisión. Es decir, los coches tienen que pasar por taller para corregir un defecto detectado. Lo normal es que no se hagan semejantes llamadas, o como mucho una a lo largo del ciclo de vida de un producto. Lo que para nada es normal es que un sólo coche reciba seis llamadas a revisión en un plazo de un año. Eso es sinónimo de que hay un problema.
Desde el limpiaparabrisas al acelerador, el Cybertruck es una fuente de problemas
El Cybertruck se anunció en 2019, pero las primeras unidades no se entregaron hasta hace casi un año. La expectación generada por la primera pick-up de Tesla fue brutal a lo largo de los años. Algunas fuentes aseguraron que la lista de espera era de casi dos millones de clientes. Poco a poco el ritmo de matriculaciones ha crecido, pero los problemas no han menguado, todo lo contrario. Con más coches en la carretera se han detectado más fallos. Hay que reconocer que la mayoría de los defectos detectados se han corregido con una rápida y sencilla actualización inalámbrica que no suponía ningún inconveniente para los clientes. El caso más sonado hasta ahora ha sido el del acelerador.
En esta ocasión no han tenido tanta suerte. El fallo detectado obliga a los clientes a pasar por el taller oficial. En total hay afectadas 2.431 unidades en Estados Unidos, todos los modelos fabricados entre el 6 de noviembre de 2023 y el 30 de julio de 2024. La NHTSA, la Administración Nacional del Tráfico en Carreteras ha detectado un fallo en el inversor de accionamiento que puede provocar una brusca caída del par, lo que a su vez genera una pérdida de propulsión y la consiguiente situación de peligro. El riesgo de sufrir un accidente es alto pues el vehículo puede casi pararse inmediatamente mientras circula dado que no se han detectado ningún tipo de advertencia previa.
Obviamente, Tesla sustituirá los inversores defectuosos a todos los clientes, pero tendrán que pasar por el taller oficial para corregir el problema. Este es uno más de los varios problemas a los que el Cybertruck se ha enfrentado en su corta pero intensa vida comercial. De forma paralela, Tesla ha iniciado las entregas de unidades más baratas a la y por primera vez en un año hay stock directo para clientes. Esto ha generado dos corrientes de pensamiento totalmente opuestas. El punto de vista más positivo advierte que Tesla ha incrementado notablemente el volumen de producción. La visión más negativa es que las unidades empiezan a acumularse en los aparcamientos ante una demanda menor. Está claro que los problemas de fiabilidad no acompañan para bien.