Las autoridades regulatorias han aprobado la adquisición por parte de Shell de la totalidad del fabricante de baterías alemán Sonnen. La empresa petrolera se hace así con el control de una empresa en la que ya mostró su interés el año pasado, con una importante inversión, además de un acuerdo de colaboración para el desarrollo de soluciones innovadoras basadas en energías limpias.
Sonnen está especializada en sistemas estacionarios de almacenamiento de energía. La empresa, con sede en Wildpoldsried, en Baviera, Alemania, ha experimentado un fuerte crecimiento durante los últimos años, ampliando su facturación de 41 a 65 millones de euros en 2017. Su previsión es alcanzar un crecimiento adicional del 30% en este año.
En mayo del año pasado, Shell fue uno de los principales participantes en la ronda de financiación abierta por la empresa Sonnen, con una inversión de 60 millones de euros, junto al gigante tecnológico estadounidense General Electric y el proveedor chino de energía eólica Envision, entre otros. A parte la inversión económica, ambas empresas firmaron un acuerdo de cooperación centrado en el desarrollo de soluciones innovadoras basadas en energías renovables, infraestructura de recarga para vehículos eléctricos y servicios de red basados en la comunidad P2P de dispositivos de almacenamiento de energía solar compartida creada por Sonnen.
Sonnen es especialista en sistemas de almacenamiento de energía para el hogar.
Según el comunicado de la petrolera, la adquisición de la totalidad de Sonnen por parte de Shell "fortalece a ambas compañías". El trabajo conjunto realizado previamente ayudará a Sonnen a crecer en un mercado que se está expandiendo muy rápidamente, afirma Christoph Ostermann, CEO y cofundador de Sonnen. Gracias a la red de energía compartida "más hogares se volverán independientes energéticamente y se beneficiarán de las nuevas oportunidades del mercado", ha añadido.
La apuesta de Shell por la movilidad eléctrica
La adquisición de Sonnen forma parte del plan estratégico de la petrolera anglo-holandesa cuyo objetivo es construir un ecosistema completo en el sector de la movilidad eléctrica.
En octubre de 2017, Shell adquirió The New Motion y, más recientemente, la estadounidense Greenlots, dos de los principales operadores de puntos de recarga de coches eléctricos en Europa y EE.UU. Además, la compañía petrolera se unió a la red de recarga ultrarrápida europea Ionity y a la asociación CharIN, que apoya la popularización y estandarización del sistema de recarga para vehículos eléctricos CCS. También se ha convertido en un nuevo inversor en la empresa estadounidense Ample, que se especializa en el reemplazo de baterías y que anuncia una nueva tecnología de recarga para coches eléctricos robotizada, que puede ser utilizada por cualquier usuario.
Shell quiere construir un ecosistema completo en el sector de la movilidad eléctrica.
Shell fundó la unidad de negocios "Nuevas Energías" en 2016 con el objetivo de avanzar en dos áreas principales en las que planea invertir un promedio de entre uno y dos mil millones de dólares al año hasta 2020. Sus prioridades son los nuevos combustibles para el transporte —biocombustibles modernos e hidrógeno— y el mercado energético, desde la compra y venta hasta el suministro directo a los clientes.
