Tesla fabricará un nuevo coche eléctrico de tamaño compacto "en los próximos cinco años". Así lo ha asegurado Elon Musk, CEO de la compañía californiana, quien ya está pensando más allá del Tesla Model Y, un nuevo SUV eléctrico de tamaño compacto que será lanzado en 2020. El primer coche de Tesla para el segmento C –del que todavía se desconoce el nombre– tendrá el tamaño del Volkswagen I.D. y rivalizará con él en el competido segmento de coches urbanos medianos.
Según el medio británico Autocar, el nuevo modelo compacto de Tesla llegaría hacia finales de 2022 y probablemente se fabricaría en la Gigafactory número 3 que la empresa abrirá en China dos años antes. La planta, que se construirá en Shanghái durante los próximos dos o tres años, podría alcanzar una capacidad productiva de 500.000 coches anuales. Lo cierto es que en sus inicios, cuando abra en 2020, la producción estimada será de 250.000 coches, pero Tesla espera poder doblar la capacidad de la planta mediante una inversión total de 5.000 millones de dólares y así poder ensamblar el nuevo coche compacto de forma paralela el Model Y. A falta de oficialidad, ambos coches eléctricos podrían compartir plataforma, tren propulsor y baterías gracias a sus dimensiones similares para abaratar costes.
Por su parte, el Volkswagen I.D. está llamado a marcar el inicio de una nueva generación de vehículos eléctricos para el fabricante alemán, pero la competencia será ardua. Y es que coche compacto de la empresa dirigida por Elon Musk contará con una gran ventaja competitiva: a diferencia de las mayoría de marcas, que compran los paquetes de baterías, los dos nuevos modelos de Tesla emplearán baterías fabricadas por la propia empresa en la misma nave. Esto comporta un tremendo ahorro en gastos de transporte y almacenamiento de baterías a la vez permite reducir en gran medida los márgenes con los proveedores de partes.
En el caso del Volkswagen I.D., que debería salir al mercado con un "precio equivalente al de un Golf diésel" según las palabras de la propia marca, el paquete de baterías de 60 kWh que equipará la versión de menor autonomía se estima que costarán unos 12.000 euros, a razón de 200€ el kilovatio hora, con un precio total del vehículo que debería rondar los 30.000 euros. En cambio, según un reciente informe de Bloomberg, los fabricantes de baterías conseguirán reducir sus costes hasta 100 euros por kWh a partir de 2025. Este punto se presume como uno de los factores detonantes del "boom" de los coches eléctricos que se espera a mediados de la próxima década. En cambio, en el caso particular de Tesla, gracias a su alianza con Panasonic, la marca estadounidense espera conseguir el mismo precio bastante antes, para 2020, justo cuando pretende empezar a fabricar baterías y coches eléctricos en China.