El proveedor alemán Mahle, una de las 20 empresas de partes y componentes más importantes del mundo, ha desarrollado un nuevo sistema de refrigeración para las baterías de los coches eléctricos que permitirá aumentar la velocidad de recarga. Se trata de un proceso de enfriamiento por inmersión, que utiliza un refrigerante con el que se lavan las celdas, en lugar de los sistemas actuales que emplean canales que forman un circuito por el que circula el refrigerante o placas especiales entre las celdas.
El rendimiento de la batería de un vehículo eléctrico depende de que se mantenga en un rango de temperaturas de funcionamiento óptimo. Su control le corresponde al sistema de gestión térmica que tiene como misión evitar que se caliente demasiado cuando está alimentando el sistema de tracción o cuando se está recargando, sobre todo en estaciones de recarga rápida. Al rendimiento, también le afectan las condiciones ambientales que no se limitan solo a las altas temperaturas. También afecta el frío, sobre todo en lo que se refiere a la capacidad de recarga de la batería.
Hoy en día la mayoría de los sistemas de enfriamiento de la batería emplean un refrigerante que fluye a través de una serie de canales que recorren la batería, transportando el calor generado fuera de ella. En algunos casos también se emplean placas especiales de intercambio de calor entre las celdas.
En el Salón del Automóvil de Múnich, Mahle ha presentado un nuevo sistema que emplea una tecnología que ha denominado "enfriamiento por inmersión" con la que define un proceso mediante el cual las celdas se lavan directamente con un refrigerante que no conduce el calor fuera de ellas. Según explica la compañía, este sistema es capaz de reducir la temperatura máxima que alcanza la batería durante la recarga y que el calor se distribuya de manera más homogénea por toda ella.
Por ahora, Mahle no ha especificado exactamente en qué porcentaje y a que temperatura es capaz de mantener la batería este sistema de inmersión ni que requisitos necesita el sistema para funcionar correctamente. En declaraciones a Electrive, el proveedor indica que además añade otras ventajas como son la reducción del envejecimiento prematuro de las celdas y que la batería, al reducir su temperatura de funcionamiento, ofrece un mayor grado de seguridad.
La solución refrigerante chargeBIG Power, también presentada en el IAA de Múnich, que se emplea para enfriar la batería, está diseñada de tal manera que hace posible potencias de recarga de hasta 750 kW.
Según Martin Berger, Jefe de Investigación de Grupo de Ingeniería Avanzada de Mahle este sistema de enfriamiento por inmersión ayudará a desarrollar una nueva generación de baterías con potencias de recarga mucho más elevadas. En 2020, Mahle presentó un nuevo condensador de refrigeración optimizado para la carga rápida de vehículos eléctricos que es lo suficientemente potente como para combinarse con el nuevo sistema de enfriamiento presentado.
Además tiene la intención de utilizar todos sus conocimientos en el campo de la electromovilidad, que cubren desde la gestión térmica, los plásticos especiales y la electrónica de potencia, para desarrollar nuevas soluciones integradas para vehículos eléctricos. La atención se centra en las áreas "donde la movilidad eléctrica aún necesita un impulso", específicamente en campos relacionados con la velocidad de carga, la autonomía , la conservación de recursos y el precio.