Skoda lleva unos años ganando un peso muy específico dentro del Grupo Volkswagen. Con un reconocimiento de marca cada vez mayor, sus productos resultan atractivos por su excelente relación precio-producto. Los checos quieren ahora convertirse en una de las referencias del conglomerado en producción de baterías para coches eléctricos. Skoda busca localizaciones para levantar una fábrica de baterías en la República Checa, la que sería la cuarta factoría con tales fines del grupo alemán.
En Wolfsburgo necesitan adelantarse al futuro. Su gama eléctrica está en plena expansión. Aunque es Volkswagen quien tire actualmente del carro, sabe que va a necesitar muchas más baterías para poder alimentar a sus futuros coches eléctricos. Con muchos lanzamientos programados para los próximos años, se necesitan grandes instalaciones que cubran la producción de baterías. Skoda quiere jugar un papel fundamental en esa estrategia.
El propio CEO de la compañía lleva tiempo insistiendo en que su marca puede ser esencial en la estrategia de futuro del grupo. En el mes de marzo del año pasado, el Grupo Volkswagen anunció la construcción de seis factorías específicas para la fabricación de baterías antes de 2030. Tres de ellas ya están confirmadas: Skelleftea, en Suecia, Salzgitter en Alemania y Sagunto, en España. Skoda quiere que la cuarta de ellas se levante en su país.
La junta directiva de Volkswagen ha reconocido que piensa en Europa del Este como ubicación ideal para esa nueva planta. Los checos se han mostrado como grandes y efectivos productores. La fábrica de Mladá Boleslav se ha establecido como una de las instalaciones prioritarias del grupo con una alta especialización en vehículos eléctricos. De sus líneas de montaje salen unidades como el Skoda Enyaq. De hecho, es una de las pocas instalaciones que no se han visto afectadas, por el momento, ante la delicada falta de componentes.
La junta directiva de Skoda, con su CEO a la cabeza, negocia con el Gobierno para buscar un emplazamiento que contente a todos los responsables de la toma de decisión. Aunque por el momento no han sido desvelados datos concretos, la puesta en marcha estaría programada para el 2027, un momento ideal para el Grupo Volkswagen teniendo en cuenta los ambiciosos planes fijados para la venta de vehículos eléctricos antes de que se acabe la década actual, entre el 50 y 70% de las ventas totalmente eléctricas.
En poco tiempo sabremos dónde se levantará finalmente esa cuarta instalación de las seis programadas para Europa. Polonia y Eslovaquia también están entre los finalistas para albergar una fábrica que supondría una fuente de mano de obra importante. Obviamente, Skoda va a jugar sus cartas, sabedores de que en los últimos años se ha posicionado como una de las marcas más importantes del conglomerado, adelantando a otras marcas como SEAT.