Hace unos días anunciamos los precios del nuevo Skoda Citigo iV eléctrico, un modelo que se convertía directamente en uno de los coches eléctricos más asequibles del mercado. El pequeño urbanita de Skoda costará 17.900 euros con la promoción de lanzamiento, una tarifa que si bien resulta elevada en la categoría de urbanos, le posiciona como un eléctrico relativamente barato. Sin embargo, hay también una cara menos bonita en esta historia: Skoda está perdiendo dinero, y mucho, con cada Citigo iV eléctrico.
Skoda pierde cerca de 8.000 euros con cada Citigo iV eléctrico
Según publica la publicación checa AutoForum, Skoda estaría perdiendo alrededor de 200.000 coronas checas con cada Citigo eléctrico, algo más de 7.800 euros por coche al cambio actual. Teniendo en cuenta que el Citigo se vende en la República Checa por 18.700 euros al cambio, estas pérdidas unitarias por coche supondrían el 41% del coste de adquisición del vehículo.
Dicho margen de pérdida varía en función del país donde se vende el pequeño eléctrico de Skoda, y es de esperar que dichas pérdidas se reduzcan parcialmente cuando acabe la promoción de lanzamiento y el coche se venda más caro que en sus primeros meses. En cualquier caso, supone un desequilibrio en las cuentas del fabricante checo.
Esta situación nos lleva irremediablemente a pensar en el SEAT Mii eléctrico: un coche idéntico al Skoda (por tanto, mismo coste de desarrollo y fabricación) pero aún más barato. La firma española ha puesto a la venta su pequeño eléctrico por 17.730 euros, ligeramente por debajo del Skoda.
¿Tiene lógica vender a pérdida? En este caso, quizá sí
Por raro que pueda sonar, vender a pérdida este modelo puede tener sentido para Skoda (y para SEAT). A partir del próximo enero se endurecerá la legislación europea en materia de emisiones contaminantes y entrará en vigor un régimen sancionador que multará a cada fabricante con 95 euros por cada gramo de CO2 que excedan de su límite (que en ningún caso puede superar los 95 g/km), multiplicado a su vez por el número de unidades vendidas.
¿Qué quiere decir esto? Que por cada Skoda Karoq 1.5 TSI manual (124 g/km de CO2) que vendan, deberán pagar 2.755 euros de multa. Por cada Octavia diésel, algo más de 1.000 euros. Sin embargo, cada coche eléctrico sin emisiones locales ayudará a rebajar la media de CO2 del fabricante, reduciendo así su multa y aportando lógica a una estrategia que, a priori, parece ilógica. Es claro que, cuanto más asequible resulte el Citigo iV, más fácilmente se venderá y más servirá de ayuda para reducir las temidas sanciones de la Unión Europea.