El segundo mayor fabricante de coches eléctricos a nivel mundial, la compañía china BYD, ha dado un paso más para convertirse en una referencia en lo que a baterías de sodio se refiere, una tecnología en la que el grupo asiático cree firmemente.
FinDreams, la división de baterías del conglomerado automotriz chino, ha establecido una empresa conjunta con su compatriota Huaihai Holding Group, según han anunciado recientemente en un comunicado.
Ambas empresas han unido fuerzas con la intención de convertirse en el mayor fabricante de baterías de iones de sodio en todo el mundo. Como cabía esperar, llevarán a cabo la producción en China, más concretamente en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Xuzhou, en la provincia de Jiangsu.
Las baterías de iones de sodio están enfocadas principamente para vehículos eléctricos pequeños y de precio asequible. Según Huaihai, en los próximos años habrá una fuerte demanda de vehículos pequeños tanto en China como en Europa (no tanto en Estados Unidos). La previsión de esta demanda creciente irá emparejada de un aumento en la producción de baterías de iones de sodio.
FinDreams (BYD) proporcionará los productos (baterías) a Huaihai, así como los servicios relacionados. Esta última, a cambio, brindará su experiencia en ventas y marketing de vehículos pequeños. Cabe recordar que BYD (siglas de Build Your Dreams) es actualmente el segundo mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, solamente por detrás de Tesla. Sumando eléctricos puros e híbridos enchufables, la compañía china es la que más coches enchufables vende en todo el planeta.
Eso ya es suficiente para saber que BYD tiene una amplia experiencia en vehículos eléctricos, pero todavía hay más. Además de fabricar vehículos eléctricos de diversa índole (desde turismos hasta autobuses), BYD es el tercer mayor fabricante de baterías del mundo, por detrás de CATL y LG Energy Solution. Dada su posición en la industria, es también una de las compañías que está invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías y químicas, entre las que se cuentan las baterías de litio-ferrofosfato (LFP), con electrolito sólido o las mencionadas baterías de sodio.
Las baterías de iones de sodio brindan una densidad de energía más baja que las de iones de litio (las más utilizadas en la actualidad), pero son notablemente más baratas de producir. Además, su componente principal (el sodio) es más seguro y más abundante que el litio. Por contrapartida, y como es lógico en una tecnología incipiente, la cadena de producción está menos desarrollada que la del litio. Por sus características, se trata de las baterías ideales para vehículos eléctricos pequeños diseñados para zonas urbanas, que no necesitan tanta autonomía y, además, tienen un precio de compra más asequible.
Llegados a este punto, no sabemos nada más sobre las especificaciones de estas baterías de BYD, como la densidad energética o el tamaño de los paquetes. Tampoco en qué vehículos se empezarán a montar. No obstante, el ambicioso objetivo de convertirse en el mayor fabricante del mundo dice mucho sobre la confianza de la compañía en esta tecnología.