Son muchos los acuerdos y las alianzas que se están llevando a cabo sobre el sector de los coches eléctricos. Muchas de estas uniones tienen que ver con la eliminación de ciertos componentes o también sobre el reciclaje de materias primas. Buen ejemplo de ello es el memorando de entendimiento firmado entre Stellantis y Orano hace alrededor de un año. Sin embargo, ahora parece que esta relación se ha torcido sin un motivo aparente.
Ha sido en un comunicado oficial lanzado públicamente por ambas empresas hace sólo unos días (replicado por el medio Automotive News Europe), donde se anunciaba la ruptura de un acuerdo que incluía, entre otras cosas, un proyecto conjunto para construir dos factorías en las que reciclar baterías de coches eléctricos.
Stellantis y Orano rompen su relación sin un motivo aparente
Según afirman en su comunicado, ambas empresas habrían firmado un acuerdo para la creación de una compañía conjunta. En esta, además del reciclaje de materias primas, también se llevaría a cabo la reutilización o eliminación de componentes electrónicos y estudiar la posibilidad de reciclar o desechar productos propios extraídos de las diferentes gigafactorías de Stellantis.
El suspenso de este acuerdo habría podido estar provocado por el propio estancamiento en las ventas de coches eléctricos en Europa. Asimismo, Stellantis ha cancelado también la construcción de dos de sus fábricas de baterías proyectadas para Europa, una iría en Alemania y otra en Italia. No obstante, esto no es un motivo que haya sido confirmado por ninguna de las partes, sino que es mera especulación al respecto.
“Stellantis y Orano no finalizarán la empresa conjunta prevista para reciclar baterías y chatarra de vehículos eléctricos al final de su vida útil”, afirman en su comunicado. A esto añaden que ambas firmas están explorando nuevas posibles relaciones comerciales con otras empresas especializadas del sector. Según informaron el pasado año 2023, el acuerdo entre las formaciones debería comenzar durante el primer trimestre del 2026. Finalmente, no será así.
Este acuerdo habría dado a Stellantis un acceso adicional a materiales de primera necesidad dentro del mercado de coches eléctricos, como el cobalto, el níquel o el litio. Todos ellos son, en mayor o menor medida, fundamentales para la producción masiva de baterías y para la consecución de la ansiada transición energética en el sector automotriz.
El reciclaje de estas baterías de coches eléctricos habría generado materiales conocidos como “masa negra” o “masa activa”. A su vez, esta podría haber sido tratada y refinada en la proyectada planta afincada en Dunkerque, Francia. Con ello, se habría podido “cerrar así el ciclo de la economía circular”, como afirman las empresas, en la reutilización de materiales de baterías.
Por otro lado, a principios del presente 2024, Renault afirmó que estaba “en conversaciones avanzadas” con empresas dedicadas al reciclaje de baterías de coches eléctricos a gran escala. ¿Podrían haber preferido los de Orano una asociación con Renault, cortando así su unión con Stellantis? A día de hoy, como ya hemos mencionado, no se sabe nada al respecto. Es posible que en los próximos meses se desvelen estas dudas.