Esta no es la primera alianza estratégica que podemos contar aquí, ya que en los últimos meses han sido numerosas las que hemos podido conocer por parte de grandes fabricantes automovilísticos junto a importantes compañías especializadas en la fabricación de baterías para coches eléctricos. Esta nueva cooperación se llevará a cabo entre Stellantis y LG Energy Solution (LGES) a través de una nueva empresa conjunta que iniciará su camino productivo sobre Canadá.
A pesar de las múltiples críticas lanzadas por el CEO de Stellantis a la movilidad eléctrica, el mandatario del grupo automovilístico es consciente que necesita aumentar su red de fabricación de componentes para la oleada de coches eléctricos que se avecina. De hecho, Stellantis es una de las corporaciones con más vehículos cero emisiones dentro del catálogo de sus diferentes marcas. El grupo automovilístico ya cuenta con varias fábricas de baterías concedidas para varios países europeos como Francia, Italia o Alemania; España, por su parte, aún tendrá que esperar, aunque no se ha cerrado la puerta a tal posibilidad.
Este proyecto conjunto lanzado entre Stellantis y LGES será de significativa importancia para ambas corporaciones, ya que solventará el problema de suministro de estos componentes en el norte de América. Esta nueva factoría de relevantes capacidades proveerá de baterías a los vehículos eléctricos comercializados en Estados Unidos y Canadá.
Su ubicación específica estará en la ciudad de Windsor, Ontario, Canadá. Para esta nueva factoría se invertirán más de 4.100 millones de dólares (5.000 millones de dólares canadienses). El inicio de la construcción de la misma está fechado para mediados de 2023, mientras que, según los planes, su fase productiva dará comienzo a lo largo del primer trimestre de 2024.
Su capacidad productiva será notablemente generosa ya que se espera alcanzar una producción anual por encima de los 45 GWh. Esta tirada dará cobertura necesaria a Stellantis durante los próximos años para la fabricación de coches eléctricos comercializados en Norteamérica, sin embargo, desde ambas compañías son conscientes de que llegará un momento en el que esta capacidad deba aumentar de forma paralela al incremento de la demanda de coches eléctricos en esta región.
Una vez la planta se encuentre a pleno rendimiento, se espera que proporcione puestos de trabajo a más de 2.500 personas de forma directa por los alrededores de la ciudad canadiense de Windsor. A día de hoy, los gobiernos que conforman la red municipal, provincial y federal del país norteamericano están depositando todo su apoyo a ambas compañías de cara a favorecer la implantación de este proyecto conjunto.
Ontario actualmente destaca por ser el mayor entorno de fabricación automovilístico de Canadá; adicionalmente, Stellantis y LGES esperan aumentar significativamente la relevancia del entorno a través de la incorporación de su nueva factoría. Desde el Gobierno de Canadá se han comprometido a participar en la creación de todo el ecosistema oportuno para liderar la fabricación de baterías, especialmente debido al liderazgo de la región en generación de electricidad a través de fuentes renovables.
Stellantis planea alcanzar una cuota de ventas del 50% de vehículos eléctricos en Estados Unidos y Canadá para finales de esta misma década, mientras que en Europa espera hacer lo propio bajo un porcentaje total del 100% de sus turismos para el mismo periodo. LG Energy Solution, por su parte, después de firmar este acuerdo de colaboración podrá contar con una capacidad productiva de más de 200 GWh anuales en la región de Norteamérica, es decir, una producción de baterías suficiente como para suministrar a más de 2,5 millones de vehículos eléctricos.