Bajo la batuta y la voz de Carlos Tavares, Stellantis siempre se ha mostrado como uno de los grupos automovilísticos más críticos con las decisiones políticas que se han tomado en las altas instituciones de gobierno europeas.
El año pasado, decidía renunciar al grupo de presión de la ACEA, una asociación de la que fue presidente y que representa a las principales empresas de automóviles, camiones y autobuses que operan en el mercado europeo. El dirigente no estaba de acuerdo con el enfoque con el que esta institución estaba abordando el problema de la descarbonizacion y optó por tomar un rumbo diferente.
Ahora, Tavares y Stellantis han tomado una decisión mucho más drástica: poner fin a todas sus actividades de presión. Esta resolución es fruto de las frustrantes experiencias sufridas con los políticos y sus decisiones en relación con las estrictas regulaciones de emisiones. “Ya no tendremos más cabilderos. Ya no negociaremos”, advirtió Tavares. “No podemos esperar a que los gobiernos tomen decisiones, debemos correr más rápido que la regulación”.
La industria ha de anticiparse a lo que los políticos decidan prescribir como su próximo paso regulatorio, ha asegurado Tavares durante la celebración del CES 2023 en Las Vegas. Su opinión no es una voz discordante entre los fabricantes. Muchos de ellos creen que los políticos y funcionarios de la Unión Europea no están teniendo en cuenta sus preocupaciones. Sus resoluciones permiten que los estrictos límites de emisiones perjudiquen a la industria del automóvil, que es uno de los sectores que más trabajo crea en el Viejo Continente.
En no pocas ocasiones, el jefe de Stellantis ha pedido que la planificación de la nueva legislación ambiental se base en hechos científicos. "En mi opinión, hay dos formas de ver el mundo para resolver los problemas del CO2: una visión pragmática y una visión dogmática. La pragmática trata de reducir los niveles de CO2 de la manera más amplia y efectiva posible a través de una combinación inteligente de tecnologías de propulsión. La dogmática cree que este objetivo solo se puede lograr con vehículos eléctricos de batería", explica Tavares.
El camino iniciado por la Unión Europea para implementar límites de emisiones de CO2 cada vez más estrictos tiene el objetivo cero emisiones puesto en 2035. En esa fecha se prohibirá por completo la venta de vehículos movidos por un motor de combustión. Para Tavares, esta decisión “ignora el hecho de que esto no regula una gran proporción de la población de vehículos”. Los fabricantes se ven obligados a elevar los precios porque han cubrir el coste de las nuevas tecnologías que permiten cumplir con esas regulaciones. Y, por otro lado, en la crisis económica actual, serán muchos los que no podrán permitirse comprar un vehículo nuevo. En consecuencia, “las personas conducirán durante más tiempo vehículos obsoletos, más dañinos para el medio ambiente”, asegura el directivo.
Stellantis planea la celebración de un evento anual, Freedom of Mobility, en el que abrirá la puerta a las discusiones sobre la manera de brindar “una libertad de movilidad limpia, segura y asequible para la sociedad frente al calentamiento global”. El primero tendrá lugar a principios de este año. La intención de Tavares es impulsar un diálogo público amplio con todas las partes interesadas de todos los sectores: “argumentar con hechos es fundamental para la discusión sobre estándares ambientales”.