Quien más quien menos ya tiene en el mercado un coche eléctrico. Todas las marcas están en ese crucial momento de cambiar de mentalidad. La era de los coches eléctricos ya ha llegado, y ser el primero en aterrizar al mercado puede suponer una gran ventaja competitiva. Subaru es una marca especial, muy japonesa, y con unos conceptos básicos muy arraigados. A pesar de ello, la movilidad eléctrica es el futuro y por lo tanto se impone un cambio de mentalidad.
En las marcas de coches, los cambios no se producen de la noche a la mañana. Las estrategias corporativas se analizan con cinco, diez o incluso quince años vista. Los coches eléctricos han obligado a las marcas a acelerar el paso y cambiar el ritmo. Necesitan lanzar productos en poco tiempo, aunque actualmente ya empezamos a ver modelos que han sido diseñados por y para ser eléctricos desde un primer momento.
En cuanto a Subaru, las formas de hacer de la firma japonesa son tachadas de poco convencionales. No se dejan influir por modas y tendencias como bien demuestra su gama de productos. Motores bóxer, tracción total simétrica, berlinas con carrocería SUV… Son únicos en su forma de ver el mercado y las cosas, aunque en este caso no les va a quedar más remedio que romper con lo preestablecido.
Subaru Solterra EV.
Hace un tiempo anunciaron el lanzamiento de su primer eléctrico puro, el Subaru Solterra. Será el primero de una larga saga de modelos, aunque las prisas por lanzarlo al mercado han hecho que los japoneses se hayan visto obligados a copiar casi por completo al Toyota bZ4X. De hecho, el modelo se apoya sobre la plataforma e-TNGA de Toyota, por lo que será considerado como un Toyota con emblemas de Subaru.
Aunque esta estrategia se puede considerar de forma muy puntual, la idea de Subaru es crear sus propios coches eléctricos. Y para ello va a levantar unas instalaciones completamente nuevas en Tokio. Se trata de un centro tecnológico de movilidad eléctrica, un complejo en el que se espera albergar a 2.800 trabajadores que tendrán la importante labor de acelerar la transición de movilidad de la marca. No solo creando modelos eléctricos, también desarrollando sistemas de propulsión híbridos.
En total la marca espera invertir 272 millones de dólares, unos 233 millones de euros. Las obras de construcción empezarán en breve, y se prevé que esté completamente finalizado en 2024. Será entonces cuando Subaru dé el salto que debe dar para no perder el hilo de la movilidad eléctrica. El Solterra no nacerá en esas instalaciones, pero sus predecesores sí lo harán y con tecnologías propias de Subaru.