Volvo tiene en su gama actual el XC40 Recharge eléctrico y ya sabemos que el sustituto del XC90 será un SUV eléctrico con un nombre nuevo. Así pues, quedaba solamente llenar el hueco intermedio con el XC60 y acabamos de conocer nuevos detalles sobre el tema. Y es que, entre los ambiciosos planes de Volvo, hay un sucesor totalmente eléctrico para el actual XC60.
Como ocurrirá con el XC90, el sucesor del XC60 tendrá como nombre una palabra, en lugar de una designación alfanumérica como hasta ahora. Este es el primer cambio de trascendencia en la próxima generación de coches eléctricos de Volvo, que además de cambiar la manera de nombrar a sus modelos también adoptará un nuevo lenguaje de diseño. El otro cambio fundamental es que, a diferencia del actual, habrá una versión puramente eléctrica.
El Volvo XC60 es el modelo más vendido de la marca -de hecho, lleva siéndolo de manera ininterrumpida durante los últimos cuatro años-, por lo que estamos ante un modelo de vital importancia para Volvo. El sucesor del XC60 llegará en el año 2024 y será totalmente eléctrico, lo que sin duda contribuirá de manera decisiva a alcanzar los objetivos de ventas de coches eléctricos que se ha fijado la compañía sueca. No obstante, dada la popularidad del modelo, es probable que el actual XC60 con motores de combustión siga vendiéndose paralelamente durante uno o dos años.
Pero este modelo será, además, una referencia para Volvo. El sucesor eléctrico del XC60 será el primer SUV eléctrico de Volvo en utilizar las nuevas baterías de Northvolt, que va a construir junto a Volvo una fábrica de baterías en Suecia. Está previsto empezar a fabricar baterías en 2023 y alcanzar una producción anual de 50 GWh en 2026. De ser así, debería ser suficiente para alimentar 500.000 coches eléctricos al año, que equivale aproximadamente al 80% de la producción anual de Volvo actualmente (incluyendo todos sus coches, no sólo enchufables).
Antes de la apertura de la nueva fábrica, Volvo comprará las baterías para el sustituto del XC60 en las instalaciones actuales de Northvolt, a un ritmo de 15 GWh anuales a partir de 2024. Recordemos que los coches eléctricos suponen el 9% de las ventas de Volvo a nivel mundial (el 12,6% en Europa) pero la empresa pretende aumentar esa cifra hasta el 50% en 2025.
En cuanto al diseño, el sucesor del XC60 seguirá la idea de lo que avanzó Volvo con el Concept Recharge. Volvo dice que la electrificación cambiará la forma de los coches, la forma de sus carrocerías, y cree que deben ser más aerodinámicos. El sucesor del XC60 seguirá esta filosofía, con una silueta minimalista con unas formas más "familiarizadas", entendiendo esto en el sentido de coche familiar tipo station wagon; dicho de otra manera, un SUV más bajo y alargado de lo que estamos acostumbrados a ver en los SUV actuales.
Todo parece apuntar que el sucesor del XC60 utilizará la misma plataforma SPA2 que el Volvo Embla, una plataforma que puede albergar tanto propulsores eléctricos como híbridos enchufables. El modelo que sustituirá al XC60 en 2024 también recibirá lo último en tecnología de conducción autónoma, con el sistema Highway Pilot que incluirá sensores LiDAR, y conectividad de primer nivel.