El mundo de las suscripciones mensuales a los diferentes servicios ha dado todo un vuelco en los últimos años gracias a las distintas plataformas de streaming. Ahora, gracias a los avances tecnológicos con los que cuenta el mundo de la automoción, estas mencionadas suscripciones encaran una nueva visión al poder optar por instalar ciertos beneficios en los coches durante un pequeño plazo de tiempo (un mes o un año en la mayor parte de situaciones) algo que anteriormente se incorporaba o no mediante un pago único a la hora de configurar y comprar el propio vehículo. Como ejemplo a esto, tenemos las ruedas traseras direccionables del Mercedes EQS, lo que le costará a su interesado propietario un total de 489 euros anuales. Ahora será Rivian quien se suba al carro de las suscripción a cambio de tecnología, y lo hará sobre su conducción autónoma y diferentes servicios referentes al info-entretenimiento.
Esta información ha sido desvelada gracias a la publicación del documento S-1 que presentó ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) durante su lanzamiento de la OPI hace unas semanas. En él se revelaba información financiera y de pedidos anticipados, donde se pudo saber que durante el primer semestre de este año, la marca registró una pérdida neta de 994 millones de dólares, o que ya cuenta con un total de 48.390 pedidos anticipados del R1T y del R1S en Estados Unidos y Canadá. Pero también se pudo conocer la intención de la nueva firma americana de lanzar un servicio de suscripción para ciertos apartados tecnológicos.
En el informe S-1 se describe este tipo de suscripción como "ingresos de por vida" (LTR), algo que lograrían mediante servicios habilitados por software para los distintos vehículos. Entre las diferentes prestaciones se encontrarían la posibilidad de incorporar un plan de suscripción mensual para el info-entretenimiento, conectividad y diagnóstico. Algo que generaría unos beneficios netos de 5.500 dólares a lo largo de los 10 años de uso por vehículo que se estima para cada propietario, un coste que si tiramos de calculadora, nos dará como resultado una suscripción mensual de 45 dólares. Este servicio tendrá cierto parecido con el que también ofrecen en Tesla con visualización de tráfico en vivo, mapas de vista satelital y servicios de transmisión de video online como Netflix en la propia pantalla central, a cambio de 10 dólares mensuales.
A este servicio de suscripción se uniría la opción de añadir las funcionalidades de conducción autónoma de Nivel 3 mediante software, ya que, se escoja o no, todos los vehículos vendrán con la preinstalación del hardware. Este equipamiento se acoge bajo 11 cámaras alrededor del vehículo, 12 sensores ultrasónicos, cinco radares y una antena GPS de alta precisión. Dotación que para poder disfrutarla se hará bajo pago único de 10.000 dólares, o mediante pagos mensuales a modo de suscripción (aunque todavía no se conoce cuál sería su precio final), algo que ya ofrece a día de hoy marcas como Tesla para su FSD (Full Self Driving) por 99 o 199 dólares mensuales.
Claramente estamos asistiendo a un avance tecnológico en el mundo automotriz a cambio de pagos mediante suscripciones. Los coches cada vez más conectados hacen posible la habilitación o deshabilitación de equis servicios para cuando su propietario lo necesite o, simplemente, los quiera.