A mediados del año pasado, BYD decidió desembarcar en Europa con sus vehículos eléctricos para particulares, que se unen así a los autobuses eléctricos que ya recorren algunas de las ciudades del Viejo Continente. El BYD Tang, un SUV eléctrico de gran tamaño (casi 5 metros de largo), fue la punta de lanza de esta estrategia. Fue el mercado noruego el elegido para este debut donde su principal aliciente era el precio contenido respecto a la competencia. BYD prometió una renovación del coche que incluía la de sus baterías que dejarían de llevar cobalto en su composición. Esa nueva generación ya está aquí.
BYD es el fabricante chino con mayor experiencia en coches eléctricos de los que llegan a Europa desde el Gigante Asiático. En 2020 vendió 130.000 coches eléctricos, muy por delante de otros fabricantes emergentes como Xpeng o Nio. BYD cuenta con una ventaja sobre ellos: su mayor inversionista es el célebre multimillonario norteamericano Warren Buffet, de tal manera que su participación en BYD es incluso mayor que la que tiene en acciones de General Motors.
La renovación del BYD Tang que está a punto de desembarcar en Noruega comenzó a producirse en el segundo trimestre de 2021. Las primeras unidades llegarán a finales de julio, por lo que podrá estar presente en los concesionarios este mismo verano. Antes de que finalice el año, BYD tiene previsto mandar hasta 1.500 unidades al país escandinavo, donde ya se han reservado 500 de ellas.
El BYD Tang es un SUV eléctrico de siete plazas que recibe su actualización más importante.
La novedad más importante que incorpora la nueva generación es la tecnología de su batería. A principios de este año, BYD anunció que el Tang, al igual que los otros modelos eléctricos que lanzará la compañía, incorporará la nueva tecnología de batería Blade Battery, que con ese nombre hace mención a su estructura de "listones", que le permiten formar parte de la estructura del vehículo y ser prácticamente indestructible. Las celdas (de 96 cm de largo, 9 cm de ancho y 135 cm de alto) se montan como si fueran pequeñas tablillas una al lado de otra dentro del paquete de batería, prescindiendo de los módulos en los que se suelen agrupar previamente, lo que supone un ahorro en peso, ya que se eliminan una gran cantidad de componentes y un ahorro en costes.
La nueva batería prescinde completamente del cobalto en su composición química, ya que en lugar de emplear la habitual terna NCM (níquel, cobalto, manganeso) en el cátodo de sus celdas, emplea la tecnología LFP, de fosfato de hierro y litio. Esta composición química también tiene algunos de los beneficios asociados con las baterías en estado sólido, que son la gran promesa tecnológica para los coches eléctricos, pero a las que todavía les queda un tiempo para poder ser implementadas en ellos.
Entre ellos se encuentra una mayor densidad de energía, ya que BYD ha logrado reducir el volumen del paquete en un 50% respecto a una batería con química NCM creando así espacio adicional para incluir más cantidad de material activo y otros equipos auxiliares. También cuenta con características mejoradas relacionadas con la seguridad, de manera que puede soportar todo tipo de daño sobre ella.
La tecnología Blade Battery se estrenará en el BYD Tang.
Según BYD, la batería ha pasado por el llamado "programa de pruebas Everest" de la industria de las baterías. Se trata de un test de seguridad integral para verificar la probabilidad de explosión de la batería y su seguridad contra incendios. En estas pruebas, las baterías fueron perforadas, clavadas, expuestas a temperaturas extremadamente altas y sobrecargadas para provocar una reacción. La batería Blade no generó humo ni llamas en todas estas pruebas y no alcanzó temperaturas superiores a 60ºC.
La renovación no es solo tecnológica sino que también afecta a su interior. Ahora estará disponible con siete asientos de serie y un nuevo paquete de equipamiento al que no le falta ninguna de las tecnologías desarrolladas por BYD. Su precio de venta será de 599.900 coronas noruegas (unos 59.500 euros).