La estrategia de Fisker de convertirse en el diseñador y desarrollador de sus coches, pero no en el fabricante, le ha llevado a ponerse en contacto con varias empresas para subcontratar sus servicios. Al parecer, las negociaciones con Volkswagen para emplear la plataforma MEB como base del Fisker Ocean han quedado paralizadas hasta septiembre. Mientras, la compañía sigue buscando un fabricante que ensamble el coche completo a partir de los componentes que seleccione Fisker. Para ese fin, se ha puesto en contacto con la empresa canadiense Magna, que podría fabricar el SUV eléctrico en Austria.
Fisker Inc. no tiene la intención de llevar a cabo directamente la producción de sus coches eléctricos. "Intentar levantar su propia fábrica no es lo más inteligente para cualquier startup", ha declarado Henrik Fisker. La startup se concentrará principalmente en el diseño, el software y las funciones digitales y subcontratará el resto de las fases. Cuando se anunciaron sus conversaciones con Volkswagen ya se rumoreaba que el gigante canadiense Magna estaba también en el punto de mira de Fisker.
En un comunicado de prensa lanzado por Fisker, asegura que ya ha iniciado las conversaciones con Magna International y que espera que las negociaciones lleguen a buen puerto con un acuerdo definitivo "en los próximos meses". Magna Steyr construiría el Fisker Ocean en su planta de Graz, en Austria, en el cuarto trimestre de 2022, aunque en el mismo comunicado también se afirma que se están evaluando las opciones de fabricarlo también en Estados Unidos y China. Respecto al avance de las negociaciones con Volkswagen para utilizar su plataforma eléctrica MEB la situación no ha variado, según ha declarado a Reuters un portavoz de la empresa. Al parecer, aunque ahora mismo están paradas, volverán a reunirse en septiembre tras las vacaciones de verano.
El prototipo del Fisker Ocean presentado en enero estaba fabricado por Italdesign, una subsidiaria de Audi, sobre la plataforma MEB de Volskwagen.
En la actualidad, Magna Steyr construye, bajo pedido, varios modelos para otros fabricantes en su planta de Graz, en Austria. Entre ellos está ya un SUV eléctrico como el Jaguar I-Pace y otros modelos de combustión como el Jaguar E-Pace, El Mercedes Benz Clase G, el BMW Z4 o el Toyota Supra.
El pasado mes de enero, en CES de Las Vegas, Henrik Fisker, presentó el "prototipo cercano a la producción en serie" del SUV eléctrico que inaugurará su catálogo. Tendrá un precio de partida en Estados Unidos de 37.499 dólares, pero restándole las ayudas federales del gobierno podrá adquirirse, en su versión de entrada, y en unidades limitadas, por 29.999 dólares. Fisker también ofrecerá una opción de alquiler flexible por la que pide 379 dólares mensuales durante y 30.000 millas (48.000 kilómetros) como base.
En una declaración que Henrik Fisker realizó el pasado 30 de julio, afirmó que espera que la producción del SUV comience durante el cuarto trimestre de 2022. Según las reservas y depósitos recibidos por la startup, ya son 7.062 las unidades comprometidas por lo que espera que este modelo esté completamente agotado durante el primer año de comercialización.
Fisker ha anunciado que expandirá su gama de coches eléctricos ofreciendo, a partir de 2025, hasta cuatro modelos diferentes. El primero de ellos será el Ocean, y el segundo el Emotion, una berlina de lujo que inicialmente fue el reclamo de la empresa cuando se dio a conocer en el sector. Respecto al resto, Fisker revela otro modelo que apuesta por el formato SUV deportivo y por una pick-up eléctrica de la que tan solo se puede apreciar la silueta.
