Ahora más que nunca, con los costes de la vida disparados y el precio de la vivienda ahogando a las familias medias, cuando se da valor a un coche cuyo uso conlleve un bajo gasto en carburantes a final de mes gracias a un consumo contenido.
Escudriñando el mercado, en Híbridos y Eléctricos hemos destacado varios coches que son los mejores en este ámbito dentro de su categoría. El Toyota Yaris es el urbano más frugal, mientras que los Corolla y Lexus LBX son el compacto y el B-SUV, respectivamente, de consumo más bajo a la venta en España. Sin embargo, el segmento que de verdad despunta en ventas en el mercado es del de los SUV compactos, ya que se trata de coches capaces de salir de la ciudad con garantías en todos los ámbitos y que tienen grandes capacidades prácticas y familiares.
Dentro de este segmento, al contrario de lo que sucede con los tres coches que hemos destacado hasta ahora, el modelo que logra el consumo a la venta más bajo no procede de Toyota. Se trata del Renault Austral, un SUV de 4,54 metros de longitud que tiene en su sistema híbrido E-Techo su mejor arma comercial.
El modelo francés homologa con esta mecánica un consumo medio mínimo de 4,5 litros en su línea de equipamiento Evolution, que es la que hace uso de las llantas de menor tamaño de toda la gama. Las líneas Techno y Iconic elevan este dato a 4,6 y 4,7 litros, un rango donde sí es posible encontrar ya el consumo de algún que otro C-SUV, como el Toyota Corolla Cross.
Se trata, en todo caso, de cifras más propias de un coche de pequeño tamaño que de un todocamino de más de cuatro metros y medio de largo que tiene una altura libre al suelo de 18 centímetros. Por ejemplo, el MG3 Hybrid+ es el híbrido más barato de España y logra un consumo medio de 4,4 litros, mientras que el Toyota Yaris logra homologar un mínimo de 3,9 litros a los 100, aunque la mayor parte de las versiones se mueven entre 4,2 y 4,3 litros.
La clave de la buena eficiencia del Renault Austral reside en el depurado funcionamiento de su esquema híbrido. Está compuesto por un motor turbo de 1,5 litros y tres cilindro que rinde 131 CV, y que es asistito o sustituido por dos motores eléctricos, de 34 y 68 CV. En total la potencia total se va hasta los 199 CV. De ellos, el de menor potencia ejerce las funciones de embrague y sincronizador de la caja de cambios, ya que la transmisión, que tiene marchas específicas tanto para el motor de gasolina como el eléctrico de mayor potencia, no tiene un embrague al uso.
Estos propulsores trabajan en conjunto con una batería cuya capacidad se cifra en 2 kWh, una cifra alta para tratarse de un híbrido y que ayuda al Austral a circular más tiempo en modo eléctrico que cualquier otro sistema, lo que en definitiva redunda en bajar los consumos.
En Híbridos y Eléctricos ya hemos podido probar el Renault Austral con esta motorización en profundidad, y lo cierto es que en circunstancias de uso real en ciudad es posible llegar a ver cifras en el entorno de los 4,7 y 4,9 litros, mientras que en el entorno de grandes ciudades circulando con una baja carga de acelerador y aprovechando las pendientes, es posible ver menos de 4,5 litros, aunque sólo en estas circunstancias. Por contra, en carretera abierta rodando a 120 kilómetros por hora, con una sola persona a bordo, el consumo se situará en la cota de los 6 litros, que a decir verdad, es la cifra que también lograría un motor diésel.
No es el consumo lo único que destaca en el Austral, ya que también ofrece una respuesta al acelerador mucho más contundente que los coches híbridos de Toyota por ejemplo. A esto se suma interior de percepción mucho más tecnológica marcado por la presencia de un buen sistema operativo y un maletero de 430 litros de volumen, que no está entre los mejores del segmento, ni mucho menos, pero es apto para el uso diario de una familia de cuatro miembros.