Suzuki desarrolló su primer coche eléctrico hace 50 años, fue el primer fabricante del mundo que instaló un motor de hidrógeno en un coche; y ha sido pionera en el uso del hidrógeno y en la hibridación ligera, democratizando esta tecnología y llevándola a todos los públicos.
Suzuki siempre se ha caracterizado por desarrollar automóviles de bajos consumos y emisiones. Durante este año toda la gama de modelos comercializada en España (Ignis, Swift, Swift Sport, Vitara y S-Cross) dispondrá de tecnología híbrida, etiqueta ECO y unos consumos y emisiones muy contenidos. Es uno de los resultados del 'Suzuki Environmental Plan 2020', que incluye el desarrollo de nuevos vehículos electrificados; y del principio de construcción inteligente 'Suzuki Green Technology', con tecnologías como el downsizing, la optimización aerodinámica y el uso de materiales ligeros.
Menos conocida por el gran público es la constante investigación de la compañía en nuevas fuentes de energía y sistemas de propulsión. A continuación repasamos los principales hitos en esta materia, a través de una serie de automóviles pioneros.
Suzuki Carry Van Electric (1970): la primera furgoneta eléctrica
Esta pequeña furgoneta eléctrica que no llegaba a los 3 metros de longitud (en concreto 2,990 metros, para cumplir con la legislación Kei Car japonesa) se diseñó para patrullar el recinto de la Exposición Universal de Osaka de 1970 y se entregaron 10 unidades a la organización del evento.
El motor de 60V y 4,6kW era capaz de darle a la Carry Van una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora y una autonomía de hasta 50 kilómetros. Ya entonces se optaba por colocar tanto el motor eléctrico como las baterías por debajo del suelo de la furgoneta, una solución común también hoy día, consiguiendo de este modo que el espacio dentro del habitáculo no quedara comprometido con respecto a la versión normal.
Suzuki LH2 (1979): el primer coche de hidrógeno del mundo
Nueve años después, en 1979, Suzuki mostraría ante el mundo el primer coche propulsado por hidrógeno: el Suzuki LH2. Este coche fue desarrollado en conjunto entre Suzuki y el Instituto Musashi de Tecnología basándose en el Suzuki Cervo de primera generación, dando lugar a un coche con un morro mucho más largo y estilizado.
Al igual que el Cervo habitual (que por sus dimensiones reducidas también entraba como Kei Car), montaba un motor de tres cilindros y apenas 539 centímetros cúbicos, solo que en lugar de combustible utilizaba hidrógeno líquido de modo que reducía en gran medida las emisiones de monóxido de carbono. Contaba con una autonomía de 400 kilómetros y una velocidad máxima de 118 kilómetros por hora.
Pila de combustible: el Suzuki MR Wagon FCV y Suzuki SX4 FCV
Suzuki ya fabricó coches con pila de combustible con la entrada del nuevo milenio, empezando con el Suzuki MR Wagon FCV en 2001 así como el Wagon R FCV. Estos coches incluso llegaron a contar con la autorización del Ministerio de Transporte en Japón para rodar en vías públicas – de los primeros modelos de pila de combustible en recibir este permiso.
Siete años después llegaría otro modelo de pila de combustible, el Suzuki SX4 FCV, que utilizaba una pila de 83 kW y un tanque de hidrógeno de alta presión (70 MPa). Era capaz de desarrollar una potencia de 68 kW (91 caballos) y lograba alcanzar los 150 kilómetros por hora de velocidad máxima. La autonomía de este SX4 FCV era de hasta 250 kilómetros.
Híbridos modernos: Suzuki Baleno SHVS y Suzuki Swift Sport Hybrid 48V
Cierran esta lista coches recientes y vistos en nuestras carreteras en la actualidad: el primero de ellos es el Suzuki Baleno SHVS de 2016, con un sistema híbrido ligero que usaba el ISG (Integrated Starter Generator) para asistir al motor a la hora de acelerar y generar energía eléctrica en la frenada, además de contar con sistema Start & Stop.
El Baleno SHVS presentaba unas cifras de consumo muy reducidas, apenas 4 litros a los cien y unas emisiones de 94 g/km. Lo más interesante de este sistema desarrollado por Suzuki era el peso del mismo, pues tan solo pesaba 13,2 kilogramos más comparado con la versión normal con motor de gasolina.
El Swift Sport también cuenta con sistema SHVS, compuesto por un motor/generador de 48 V (ISG), una batería de iones de litio de 48 V y un convertidor de 48V a 12V. El uso de un ISG de 48V hacía que el motor eléctrico pudiera ofrecer una ayuda más notable al motor en las arrancadas además de poder regenerarse con mayor par en las frenadas. Lo que logra este coche es reducir hasta en un 20% las emisiones de CO2 y un 15% de consumo en ciclo combinado según el procedimiento estándar global WLTP.
