A la hora de legislar, Europa quiere transformarse en la región del mundo más limpia y sostenible. Un oásis dentro de un desierto de contaminación mundial. Para ello pronto entrarán en vigor diferentes normativas que tratan de reducir progresivamente las emisiones contaminantes de los vehículos que circulan por el Viejo Continente, para llegar al ya conocido límite de 2035. Sin embargo, estas normas afectan a varios fabricantes que por sí solos son incapaces de cumplir con la ley, como es el caso de Suzuki. Los japoneses ya tienen un socio al que unirse para evitar multas.
El próximo 1 de enero en Europa entrará en vigor una normativa que limita a 95 gramos de CO2 por kilómetro las emisiones contaminantes de un fabricante. Es decir, sumando toda la flota de vehículos una marca no puede superar los 95 gramos por cada kilómetro. Una media aritmética. Obviamente, las marcas que vendan más coches eléctricos tienen una clara ventaja pues estos homologan 0 gramos de CO2 por kilómetro. Todos los fabricantes presentes en Europa están haciendo encaje de bolillos para evitar las mil millonarias multas que Bruselas tiene pensado aplicar a quien no cumpla con lo establecido. Son unas cuantas.
Muchas marcas se enfrentan a multas millonarias
Según las estimaciones de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), esta normativa forzará a los fabricantes a detener la producción de alrededor de dos millones de vehículos o enfrentarse a sanciones que podrían llegar a los 13.000 millones de euros, en el caso del sector de turismos. Si bien esta forma de castigo lleva años activa, las restricciones del próximo 1 de enero son mucho más complicadas de alcanzar. Es casi imposible sin tener híbridos enchufables o vehículos eléctricos. Vehículos que fabricantes como Suzuki apenas tiene en su cartera. El único eléctrico de la casa es el recién presentado eVitara. El resto sólo disfruta de soluciones HEV o MHEV.
Es por eso que los japoneses han tenido que buscarse un colega al que sacar partido. Tesla ya ha vendido todas sus emisiones a fabricantes como Jaguar o Land Rover. Lleva años vendiéndoselas y, de paso, ganando una fortuna con ellas. Sólo en 2023 los americanos ingresaron casi 1.800 millones en materia de venta de emisiones. Si echamos un vistazo a la tabla de ventas los Tesla Model 3 y Model Y son los más vendidos del continente, seguidos del Volvo EX30. Los suecos han tenido un éxito sin precedentes con su SUV eléctrico más pequeño. Tal ha sido el alcance que actualmente Volvo ya cumple con los objetivos de emisiones para 2025.
Los suecos pueden permitirse el lujo de vender la cuota sobrante y es ahí donde entra en juego Suzuki. Los japoneses tendrán que comprar emisiones a Volvo para poder reducir su huella de carbono europea y así no tener que pagar millonarias multas. El eVitara no entrará en juego hasta bien entrado el 2025 y si bien las ventas de Suzuki no son muy elevadas, no quiere exponerse a costosas sanciones desde Bruselas que les obliguen a elevar los precios o a perder dinero. Muchos otros fabricantes se encuentran en el alambre, como Volkswagen, que ha decido recortar gama y eliminar algunos de los productos más obsoletos.