Carlos Tavares, quien además de CEO de PSA es Presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), ha revelado que la asociación teme que se pierdan 13 millones de empleos en el proceso de electrificación del automóvil. Así lo ha explicado en una reciente entrevista al periódico italiano Le Figaro, donde Tavares revela que, como consecuencia de las reglas de reducción de emisiones impuestas por la Comisión Europea, "se desestabilizarán las empresas europeas y a la sociedad en su conjunto".
Los fabricantes, por boca de Tavares, perciben estos cambios como "una amenaza que pide una reacción darwiniana". La Unión Europea está solicitando a la industria del automóvil que para 2030 se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono y otros gases contaminantes en un 40% con la amenaza de multas millonarias que, según el punto de vista de la ACEA, podrían poner a algunos fabricantes "de rodillas" a través de un hecho que Tavares califica como de "violencia con V mayúscula".
"La corrección de la trayectoria de la industria ha tenido un éxito perfecto", ironiza Tavares, añadiendo a continuación que las empresas se adaptarán, pero en el proceso "se pone en riesgo a los 13 millones de personas que trabajan en nuestra industria y desestabilizará muy seguramente nuestras empresas europeas", aseveró. El máximo responsable del Grupo PSA reclamó que se necesita "una visión de 360 grados" y un "pilotaje estratégico" que tenga en cuenta las necesidades, como la producción de energía, el acondicionamiento de la red eléctrica y el reciclaje de las baterías, entre otros.
"La violencia de ese dictado envía un mensaje de supervivencia, puesto que la alternativa son multas que podrían poner a algunos fabricantes de rodillas", afirma el directivo de origen portugués. Tavares volvió a poner el foco de atención en los efectos de las decisiones de la Eurocámara, que en su opinión afectarán "a toda la sociedad", incluidas las empresas ajenas al sector, y se preguntó de que manera los responsables políticos podrán contrarrestar tales efectos. Según Tavares, el recorte de emisiones "es un voto contra la industria europea y una revancha que nos lleva hacia un callejón sin salida". "Será muy doloroso", concluyó.
Duda sobre la viabilidad de fabricar baterías en Europa
Además de hacer explícito su desacuerdo con las medidas recientes tomadas por parte del Parlamento Europeo, Tavares también se mostró escéptico ante las iniciativas europeas para fabricar celdas de baterías en la Unión. El presidente de la ACEA reveló sus dudas acerca de la iniciativa liderada por Francia y Alemania para crear un sector industrial estratégico dedicado a la producción celdas con el objetivo de reducir la dependencia de los proveedores asiáticos. A su parecer, solo puede salir adelante un proyecto que se considere "altamente estratégico" y que no se someta a las reglas de las ayudas públicas. De lo contrario, Tavares lo considera inviable, poniendo como ejemplo "grandes actores Bosch", que descartó la fabricación de baterías como nueva vía de negocio.