Los propietarios de vehículos, eléctricos y de combustión, están sufriendo lo que se ha denominado una ‘sobrecarga tecnológica’ debido a las múltiples funciones incorporadas que se basan en muchas ocasiones en el empleo de la inteligencia artificial. Estos sistemas no solucionan un problema real, no operan correctamente, son complicadas de manejar o tienen una funcionalidad muy restringida.
Según el estudio del índice de experiencia tecnológica (TXI) 2024 de JD Power 2024, si bien algunas funciones avanzadas de los vehículos son bien recibidas por los propietarios, otras no logran cumplir con las expectativas o son consideradas innecesarias. Este estudio, basado en las respuestas de 81.926 propietarios de vehículos de 2024 en EE.UU, destaca qué tecnologías aportan realmente valor y cuales son vistas como un gasto innecesario por parte de los usuarios.
La clasificación de las tecnologías y el retorno de la inversión
Las nuevas tecnologías basadas en el empleo de inteligencia artificial, como por ejemplo el control inteligente del clima, están siendo bien recibidas por los propietarios de los vehículos. Sin embargo, otras basadas en el reconocimiento facial, los lectores de huellas dactilares o los controles gestuales están perdiendo relevancia.
La razón es que intentan resolver un problema que los usuarios no sabían que tenían. Por ejemplo, los propietarios no solo mencionan que los controles gestuales pueden ser problemáticos (43,4 problemas por cada 100 vehículos), sino que el 21% de ellos también considera que esta tecnología no tiene suficiente funcionalidad.
Las métricas de rendimiento utilizadas por JD Power, para las que se han incluido nuevas preguntas de diagnóstico en el estudio de este año, revelan la falta de utilidad percibida. En consecuencia, algunas de estas tecnologías se consideran una inversión desperdiciada por parte de los fabricantes de automóviles que gastan millones de dólares en su desarrollo y comercialización.
Para abordar este problema, JD Power ha creado un análisis de retorno de la inversión (ROI) que utiliza el índice de experiencia tecnológica TXI. Utiliza la ciencia de datos avanzada para clasificar las tecnologías individuales en tres categorías, ‘imprescindibles’, ‘deseables’ y ‘no necesarias’ y permite a los fabricantes ajustar de manera más efectiva su estrategia de inversión a las expectativas de los clientes.
"Una estrategia sólida en tecnologías avanzadas es fundamental para todos los fabricantes de vehículos, y muchas innovaciones están satisfaciendo las necesidades de los clientes", señala Kathleen Rizk, directora de evaluación comparativa de la experiencia del usuario y tecnología en JD Power.
"Sin embargo, el estudio de este año demuestra que algunos propietarios consideran que ciertas tecnologías son poco útiles o constantemente molestas. Calcular el retorno de la inversión de cada tecnología es un avance crucial para que los fabricantes de automóviles identifiquen cuáles merecen más atención, mientras se les ayuda a reducir los crecientes costos de los nuevos vehículos", añade.
Las tecnologías más inútiles
Los conductores continúan prefiriendo la tecnología que ofrece utilidad práctica: aunque los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) son cada vez más comunes, muchos propietarios no perciben un gran valor en ellos. La mayoría valora más las funciones que resuelven problemas específicos, como los puntos ciegos al dar marcha atrás.
No obstante, muchas otras fu no cumplen con las expectativas: los propietarios sienten que pueden realizar esas tareas sin la ayuda tecnológica. Un ejemplo palpable es la asistencia activa a la conducción. La versión que requiere manos en el volante tiene una de las calificaciones de utilidad más bajas (7,61 en una escala de 10), y la versión más avanzada, que es manos libres, no mejora significativamente la experiencia del usuario, con una calificación de 7,98. Esto sugiere que esta tecnología no resuelve un problema que los conductores consideren importante.
Los propietarios de vehículos no consideran que las pantallas para pasajeros sean útiles. Las consideran "innecesarias". Además, señalan problemas relacionados con la facilidad de uso de esta tecnología. Quizás sería más apreciada si el asiento del pasajero delantero se utilizara con mayor frecuencia, pero solo el 10% de los vehículos llevan a un pasajero en ese asiento de manera diaria.
A esto se suma que la incorporación de una segunda pantalla complica aún más el proceso de entrega del vehículo, ya que si a los concesionarios les resulta complicado enseñar a los nuevos propietarios a usar la pantalla de infoentretenimiento principal, más aún una segunda pantalla.
El estudio del Índice de Experiencia Tecnológica de EE. UU. (TXI) de 2024 se basa en las respuestas de 81.926 propietarios de vehículos nuevos del año modelo 2024 que fueron encuestados después de 90 días de propiedad. El estudio se llevó a cabo entre julio de 2023 y mayo de 2024 sobre la base de vehículos registrados entre abril de 2023 y febrero de 2024.