Está claro que este 2024 no va a ser el mejor año de Tesla. La compañía de Elon Musk ha arrancado el curso con cierta inestabilidad tras años de dominio y control. La empresa se está viendo afectada por la cada vez mayor competencia eléctrica, mucha de ella procedente de China. Su cuota de mercado se ha debilitado y las ganancias han caído abruptamente durante el primer tercio del año. A pesar de ello, los de Austin han estado prometiendo numerosos objetivos que todo el mundo espera ver cumplidos. Uno de ellos, puede que el más importante, ha sido abandonado. Así lo afirman fuentes americanas muy destacadas.
Con una flota de cinco coches, sólo dos de ellos parecen acaparar la atención de los clientes. Los Model 3 y Model Y copan los primeros puestos de las listas de éxitos eléctricas. Coches de precio razonable y grandes cualidades que han conseguido transformar la forma en la que nos movemos. Sin embargo, el Tesla Model 2 está llamado a ser el gran democratizador de la movilidad eléctrica. Un vehículo compacto, 100% eléctrico y de precio asequible que permitirá a muchos conductores abandonar la combustión sin que su economía o su vida se vean perjudicadas por ello. Es la gran promesa desde hace años, pero por ahora no sabemos gran cosa sobre el proyecto.
Mucha desinformación y cambios de opinión que avisan de una gran inestabilidad
Ni siquiera en Tesla parecen tener muy claro en qué punto se encuentra el Model 2. En primer lugar unos informes aseguraban que el coche no vería la luz. Poco más tarde, presionado por los malos resultados del primer trimestre, el propio Musk aseguró que el proyecto seguía en marcha, aunque tampoco dio detalles concretos sobre el coche. Hoy, la información es la misma, pero otro informe desvela que los ingenieros de Tesla han abandonado una de sus propuestas principales: el Gigacasting de próxima generación. Tal y como se informa el proyecto ha sido clausurado.
Tesla no sólo ha revolucionado la forma en la que nos movemos, también la forma en la que los coches se fabrican. El Gigacasting, o proceso de estampado, permite crear grandes piezas del coche usando un gran horno capaz de trabajar a elevadas presiones y temperaturas. Lo que antes suponía soldar o pegar cientos de piezas diferentes, los hornos de Tesla lo producen en cuestión de minutos. Componentes esenciales como el subchasis no sólo son más rápidos de producir, también aportan otras cualidades como la rigidez torsional. Desde hace tiempo sabemos que los ingenieros americanos trabajaban en una mejora del proceso, pero finalmente no lo vamos a ver.
El objetivo era simplificar el proceso y reducir los costes. Actualmente, Tesla funde los bajos de sus coches en tres partes: secciones delanteras y traseras mediante fundición y una sección central con estructura de aluminio. El siguiente paso era crear todo el suelo del coche en una sola pieza de fundición, algo que no va a pasar. Según las fuentes consultadas, no hay motivo aparente para tomar esta decisión, pero todo apunta a un recorte en el gasto con el objetivo de ajustarse a la caída de la demanda general. En las últimas semanas, en Austin han tomado decisiones drásticas para equilibrar la balanza de gastos, llegando a despedir a un 10% de la plantilla a escala mundial.
Esta decisión pone en jaque, una vez más, el proyecto del Tesla Model 2. La información respecto a su llegada es cuanto menos dudosa. Los trabajos presentan muchas lagunas, aunque el propio Musk asegura que el coche se presentará el próximo año. Cunde la inestabilidad en los despachos de Tesla y su CEO es cada vez más criticado por sus polémicas decisiones. Los últimos pasos han sido dudosos. Todas las apuestas parecen estar centradas en el desarrollo del robotaxi. Un vehículo autónomo que supondrá un cambio de rumbo en la política empresarial de la compañía. Se presentará el próximo mes de julio, aunque por ahora hay poca información al respecto.