Lo que el Gobierno te da, el Gobierno te lo quita. En Alemania tienen muy claro que quieren reducir la huella de carbono de su parque automovilístico, aunque sus políticas parecen enfrentarse claramente con esa idea. El año que viene los alemanes verán reducidas las ayudas para la compra de coches de bajas emisiones, lo que puede suponer un grave perjuicio para los fabricantes. Sin embargo, Tesla lo ve como una posibilidad para lograr cerrar un año récord de ventas en el país germano. Su plan anti-gobierno pasa por asegurar unas ayudas que no están garantizadas.
Durante el pasado mes de julio saltaba una noticia muy importante en cuanto al devenir eléctrico del mercado alemán. El Gobierno va a reducir las ayudas a la compra de coches eléctricos. El nuevo programa económico reduce de 6.000 a 4.500 euros las ayudas por la compra de un EV cuyo precio de venta sea inferior a 40.000 euros, y pasará de 5.000 a 3.000 euros las deducciones para la compra de un eléctrico cuyo precio de venta al público supere la barrera de los 40.000 euros. El caso de los híbridos enchufables es incluso más delicado, ya que se elimina cualquier posible subvención pública.
Este anuncio supone un duro varapalo para los planes de algunas compañías a partir del año que viene. No hay que olvidar que Alemania es uno de los mercados automovilísticos más importantes de Europa, sino el que más. Entre sus fronteras encontramos a importantes marcas como BMW, Audi, Volkswagen o Mercedes, entre otras. También es la localización elegida por muchos nuevos fabricantes como NIO o XPeng por la importante penetración de mercado, al igual que existen numerosas fábricas repartidas por todo el país, como la que Tesla tiene a las afueras de Berlín.
Tesla lleva mucho apostando por Alemania, pero las nuevas ayudas no le beneficiarán a partir del año que viene, pero pueden ser un importante atractivo para cerrar el año con cifras récord. Durante el pasado informe trimestral, Tesla declaró que su objetivo de ventas para el país teutón es alcanzar la barrera de las 80.000 unidades, más del doble que lo logrado en el curso anterior. Aunque las ventas van bien, dicho objetivo supone que en el último trimestre se deberían entregar aproximadamente más de 40.000 unidades, la mitad. La duda que surge es: ¿cómo piensa hacerlo?
Además del habitual empujón de cierre de curso típico de Tesla, los directivos de la división alemana han establecido un arriesgado plan. Con la intención de atraer posibles compradores, Tesla Alemania promete cubrir las ayudas perdidas si el coche no se entrega antes de final de año. Es decir: para que un cliente pueda acceder a la ayuda de 2022 el coche debe ser matriculado en 2022. Si se matricula en 2023 recibirá menos ayudas. Por eso, si cualquier cliente solicita ahora un Tesla y este no le llega antes de que acabe el año, la compañía cubrirá la parte proporcional de las ayudas perdidas.
Está claro que la propuesta es cuanto menos agresiva y atrevida. Hay que tener en cuenta que Tesla no ofrece nada por debajo de los 40.000 euros, así que en este momento sus clientes se benefician de 5.000 euros de ayuda, que serán 3.000 a partir del año que viene. Tesla ha hecho sus cálculos y cree que le compensa cubrir esos 2.000 euros por coches que no consigan ser entregados antes del 31 de diciembre. Se espera que no sean muchos, aunque el objetivo que buscan no es nada sencillo de cumplir.