Los problemas que se están viviendo en los últimos días en el Mar Rojo están ocasionando duros trastornos para las principales firmas automovilísticas. Como ya pudimos analizar hace unos días, la importación de componentes, materias o incluso coches desde Asia se está dificultando significativamente, lo que provocará un aumento en los precios de compra de productos provenientes de Oriente.
Tanto es así que estas consecuencias ya empiezan a afectarle a Tesla, concretamente, a su Gigafactoría de Berlín, donde ya se ha anunciado un parón productivo debido a la falta de piezas y componentes. No es la única compañía que se ha visto seriamente afectada, ya que otras muchas empresas, como Geely o Ikea, por mencionar algunas, también han anunciado retrasos en las entregas e, incluso, paralizaciones en la cadena productiva.
Tesla sufre los estragos del Mar Rojo
En un comunicado oficial de la marca han aclarado todas las dudas: Tesla suspenderá casi toda su producción entre el 29 de enero y el 11 de febrero.
“Los conflictos armados en el Mar Rojo y los consiguientes cambios en las rutas de transporte entre Europa y Asia a través del Cabo de Buena Esperanza también tienen un impacto en la producción de nuestra Gigafactoría. Los tiempos de transporte son ahora considerablemente más largos y están creando una brecha en las cadenas de suministro de buena parte del planeta”, puntualiza Tesla.
A día de hoy, Tesla se encarga de producir y ensamblar en su Gigafactoría de Berlín el Model Y, su modelo eléctrico más vendido en todo el mundo. Esto repercutirá muy negativamente para la compañía que ya ansía alcanzar una producción anual de hasta un millón de vehículos eléctricos en estas instalaciones, algo que supondrá la duplicación de las cifras actuales que rondan las 500.000 unidades.
La vía navegable del Canal de Suez se presenta como la ruta marítima más rápida para llegar de Asia a Europa. Concretamente, representa el 12% del tráfico marítimo mundial. Sin embargo, los hechos bélicos acaecidos en las últimas tres semanas en esta zona han hecho que grandes navieras decidan evitar esta ruta tomando la alternativa de rodear África por el Cabo de Buena Esperanza, añadiendo así más tiempo de recorrido (unos 10 días adicionales) y un incremento notable en el gasto de combustible (alrededor de un millón de dólares extra).
La compañía naviera Maersk ha emitido un comunicado reciente ante esta situación en la que muestran su pesimismo, pues pronostican que este cambio en la ruta comercial se prolongará en un futuro próximo.