Tesla lleva enfrentándose a juicios y demandas por mal funcionamiento (o mal uso) de su sistema de conducción autónoma desde hace años. Muchos usuarios han reportado que el coche eléctrico puede llegar a poner en peligro a los ocupantes en ciertas situaciones, lo que ha ocasionado que algunos de ellos sufran accidentes. No obstante, Tesla se defiende asegurando que dichos siniestros se han ocasionado debido a un mal uso del sistema Autopilot ya que no es un sistema de conducción autónoma como tal, sino un simple apoyo para el conductor.
A día de hoy, se está celebrando un juicio en el que miembros de Tesla declaran por un posible fallo en el sistema de conducción autónoma que hizo que en 2019 una persona falleciera a bordo de un Model 3. En la vista, el foco se ha puesto sobre el propio sistema Autopilot’y el mal uso del mismo, lo que ocasionó este desenlace fatal.
El Autopilot no es un sistema de conducción autónoma
Eloy Rubio Blanco, uno de los ingenieros de Tesla interrogados durante dicho juicio, afirmó que "el nombre del sistema ‘Full Self-Driving’ no fue elegido para engañar al público. ¿Creo que nuestros conductores piensan que nuestros vehículos son autónomos? No”, afirmó ante el tribunal.
La investigación realizada por ambas partes han sacado a la luz que el fallecido, Micah Lee, llevaba activado el Autopilot cuando el propio sistema se desvió de la carretera y chocó contra un árbol a gran velocidad. Desde Tesla afirman que aquel desenlace se ocasionó debido a un mal uso del sistema, pues en todo momento el conductor debe permanecer atento a la carretera y a los posibles errores que presente el sistema.
Por otro lado, la parte denunciante, contrariamente, asegura que Tesla vendió vehículos eléctricos sabiendo que su sistema de piloto automático y su sistema de conducción autónoma total estaban defectuosos. Desde AutoNews puntualizan que en dicho juicio se ha demostrado que Micah Lee pagó por estos paquetes tecnológicos hasta 6.000 dólares en el año 2019 bajo la promesa de que su Tesla podría mantenerse dentro del carril y manteniendo la distancia de seguridad con otros vehículos de forma automática.
El mencionado ingeniero, después de asegurar que este sistema no es para la conducción autónoma como tal, confirmó que los vehículos Tesla vendidos en 2019 podría tener “algunos defectos latentes” debido a la complejidad de su software. A esto también añadió que este sistema de asistencia puede tener “una serie de limitaciones y detectar objetos incorrectamente”. El ingeniero concluyó con que el sistema de frenado automático también puede resultar insuficiente para evitar colisiones.
Tesla, por su parte, había pedido previamente que el testimonio del ingeniero se hiciese de forma privada debido a la posible revelación de secretos comerciales durante su intervención. El juez negó en rotundo esta propuesta, aunque sí ordenó que se cortara la transmisión de audio pública durante estas declaraciones.
Por el momento, no se conoce el veredicto de este juicio, ya que aún tardará en hacerse público. No obstante, este es uno de los muchos litigios que Tesla tiene abierto a día de hoy por el propio funcionamiento del llamado Autopilot. ¿Tendrá Tesla que cambiar el nombre por otro que aclare más su condición de simple apoyo’a la conducción?