La producción de litio no es la única preocupación de los fabricantes de coches eléctricos. El suministro de cobalto, otro metal esencial para las baterías eléctricas, el cobalto, también genera mucha incertidumbre en el sector.
La producción de cobalto se ha duplicado desde inicios de la década del 2000, se emplea en los cátodos de las baterías de iones de litio. De hecho, el 49% de la demanda mundial de este metal proviene de los fabricantes de baterías, según un estudio de Visual Capitalist. Tesla, uno de los fabricantes de vehículos eléctricos más importantes del mundo, depende del cobalto para crear sus baterías para automóviles y casas. Por ejemplo, un Tesla Model S utiliza aproximadamente 22.5 kg del metal, mientras que la Tesla Powerwall 2 usa alrededor de 7 kg.
Cantidad de cobalto empleado en los productos Tesla. Fuente: Visual Capitalist
El problema del cobalto es que resulta realmente difícil de conseguir, debido a que no se puede extraer directamente. De hecho, nunca se ha encontrado cobalto nativo en la Tierra. En cambio, es un subproducto de la extracción de cobre y níquel. Y solo se produce en algunos lugares del mundo, uno de los cuales es literalmente una zona de guerra perpetua: la República Democrática del Congo.
Distribución de las reservas mundiales de cobalto (2014). Fuente: Visual Capitalist
La controversia minera del Congo
El país africano produjo alrededor de 52.785 toneladas de cobalto en el 2017, lo que representa el 43% de la producción mundial. Pero la República Democrática del Congo es un país dominado por grupos armados que se enfrentan a diario por el control territorial y el apoderamiento de las riquezas naturales. La inestabilidad social hace que la producción de cobalto en la RDC genere poca o ninguna confianza, pese a ser el principal proveedor del metal.
Por otro lado, el gobierno de la RDC estima que el 20% de toda la producción de cobalto en el país proviene de trabajadores independientes que cavan hoyos y extraen el metal sin sofisticadas máquinas.
Hay al menos 100.000 mineros artesanales de cobalto en el país y UNICEF estima que alrededor de 40.000 niños podrían participar en el comercio. Los niños pueden tener hasta siete años y podrían trabajar hasta 12 horas en una jornada físicamente muy exigente, ganando menos de dos euros al día.
Mientras tanto, Amnistía Internacional alega que Apple, Samsung y Sony (el cobalto también se usa en las baterías de los móviles) no realizan suficientes esfuerzos para asegurarse de que el metal en sus cadenas de suministro no provenga del trabajo infantil.
Canadá, una fiable alternativa
Es por ello que Elon Musk, CEO de Tesla, ha fijado su mira en territorios de Estados Unidos y Canadá para sustraer el cobalto necesario para cumplir con sus metas de producción. Para fabricar 500.000 automóviles para 2020, la Gigafactory de Tesla necesitará más de 11.000 toneladas de cobalto, más de lo que produce actualmente en Canadá, país que ha despertado un gran interés por parte de las compañías mineras.
En la provincia de Ontario existe un pueblo llamado –irónicamente– Cobalt (cobalto en inglés), que posee grandes minas de las cuales se puede extraer el codiciado metal. De acuerdo a Tina Sartoretto, alcaldesa de Cobalt, varias compañías globales han mostrado interés en explotar los recursos naturales del pueblo, sobre todo el cobalto.